Una madre le quemó la boca a su hijo de cinco años con una cucharilla caliente, porque se comió sin su permiso, dos yogures de fresa que había dejado en la nevera.
El hecho ocurrió en la urbanización Villa Jardín del municipio Libertador y la agresora fue identificada como Ingrid Roxana Quevedo Morillo de 37 años, madre de tres niños.
De acuerdo a lo informado por el comisionado Rubén Maldonado, director de la Policía Municipal de Libertador, miembros del consejo comunal se pudieron en contacto con este organismo, para denunciar que la mujer estaba maltratando al menor.
Cuando los funcionarios policiales llegaron al sitio, corroboraron que el niño tenía parte de los labios quemados, al igual que las mejillas. La mujer confesó que lo había quemado para que aprendiera a no comerse lo que no le dieran. Según dijo, después de calentar la cucharilla se la pegó en la boca, pero como el infante se movió, le quemó las mejillas.
El pequeño expresó que se comió los yogures porque tenía hambre, pero no sabía que su mamá se iba a poner tan brava.
Cuando se enteraron de lo sucedido, los vecinos intentaron agredir físicamente a Quevedo Morillo, pero los funcionarios policiales lo impidieron.
El padrastro de los niños estaba presente cuando ocurrió el hecho. Señaló que veía que su mujer maltrataba con frecuencia a los niños, pero él no se metía para evitar problemas.
Según el comisionado Maldonado, los pequeños aseguraron que su padrastro también les pegaba con regularidad.
El caso quedó a la orden de la Fiscalía 22 del Ministerio Público.
