La escasez y el hambre se manifiestan claramente en las inmensas colas que las personas deben hacer para comprar uno o dos kilo de harina de maíz. Desde el estado Lara nos llega esta historia publicada por el diario El Impulso. Una multitud que se congregó en las afueras de un supermercado fue dispersada con bombas lacrimógenas.
Desde el miércoles en la noche llamó la atención de quienes transitaban por la avenida Intercomunal Barquisimeto – Acarigua, una fila interminable de clientes aguardando para entrar a Hiperlider Cabudare con la esperanza de comprar harina de maíz precocida, a precio regulado.
Desde las 5:00 de la tarde, comenzaron a vender al público, sin restricciones de terminal de número de cédula, lo que hizo que rápidamente se corriera la voz y más personas se sumaran a la fila cada minuto.
Aunque había presencia de efectivos de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional para controlar la entrada al establecimiento, la desesperación de las personas por adquirir el producto hizo imposible la organización.
Según el testimonio de los residentes de la zona, a las 7:00 de la noche los efectivos comunicaron a los clientes que ya no venderían la harina sino al día siguiente y la turba se enardeció.
Entre empujones y reclamos, presuntamente los efectivos lanzaron bombas lacrimógenas para dispersar la multitud, “yo estaba en la cola con mi mamá y tuve que correr porque mi mamá se estaba asfixiando” dijo Englimar Galindez, residente de El Palaciero.
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