A una semana de Navidad los juguetes más vendidos en el centro de Valencia son las muñecas y las figuras acción, por ser los más accesibles al bolsillo de los ciudadanos.
Entre siete y 15 dólares cuestan estos regalos clásicos que llevan escrito en algún lugar del plástico el conocido “made de un China”: un tiro al piso para los comerciantes que han tenido dificultades para importar juguetes de marca este año.
Nailyn Gaona trabaja en una tienda del bulevar Constitución de la ciudad y asegura que este 2020 los niños Jesús que se han vendido, además de los mencionados, son los kits de cocina, maquillaje y carritos. “El año pasado había más variedad de juguetes, pero ahora el poder adquisitivo de la gente ha mermado, entonces disponemos de los más sencillos para que las pocas personas que compran se los puedan llevar”.
Gaona indicó qué todavía hay clientes que preguntan por triciclos, bicicletas y patines, pero sólo por curiosidad. “Preguntan pero no compran. Siempre se llevan los juegues más baratos”.
En un recorrido de El Carabobeño por los locales comerciales del centro, se conoció que un triciclo de plástico oscila entre los 25 y 30 dólares, al igual que las andaderas; una bicicleta pequeña con ruedas cuesta entre $75 y $85, mientras que los patines pueden encontrarse desde $40.
Cerca de la Plaza Bolivar, padres preguntaban por otros artefactos como pistas de carro, legos y ponys, aunque fue un vehículo a control remoto el que más llamó la atención, tan extravagante que no se atrevieron si quiera indagar por su precio: un mini carro 4×4 de tamaño real con luces led incluidas que costaba este viernes 450 dólares.
Arbolito sin regalos
Para los valencianos, que no escapan de la crisis económica que atraviesa el país, es duro tener que pasar Navidad sin regalos bajo el arbolito y romper la ilusión de los niños. Para muchas familia la prioridad es el alimento y son pocos los que pueden desviar presupuestos en estrenos o juguetes.
Omerlys Hernández, madre de un pequeño de 10 años, cree que la situación es más complicada para quienes ganan en bolívares. “Me siento agobiada porque los precios están en dólares y saco la calculadora y veo que no me alcanza. Está complicado este año”.
A Maria Tovar le invade una profunda tristeza. Además de no contar con los recursos para regalarle a su hijo lo que pidió en la carta para el niño Jesús, tiene a su familia fuera del país. “Ya no podemos hacer nada. Ni juguetes ni celebraciones porque nos quitaron hasta la alegría de la Navidad”.