El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, iniciará en las próximas horas un viaje oficial a China con motivo del vigésimo quinto aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países y para reafirmar los lazos con el gigante asiático.
«La visita responde a una invitación del presidente chino, Xi Jinping, y conmemorará el vigésimo quinto aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países», según un comunicado oficial.
Israel y China establecieron relaciones diplomáticas en 1992 después de años de falta de interés y una década, la de los ochenta, en la que iniciaron un acercamiento progresivo que condujo a la apertura en 1990 de Oficinas de Enlace Científico y Humanístico, lo que eran «embajadas de facto».
En la que es su segunda visita a Pekín como primer ministro (la anterior fue en 2013), Netanyahu se entrevistará con su colega chino, Li Keqiang, y será agasajado con una cena de estado por el presidente Xi Jinping.
«La visita resaltará la cada vez más fuerte cooperación económica con el Gobierno chino: una creciente exportación israelí a China, la captación de inversiones chinas a Israel, y el crecimiento de la cooperación industrial y de investigación entre compañías chinas e israelíes», agrega la nota de prensa.
La presencia de inversiones chinas en el mercado israelí es cada vez más importante y en los últimos años Pekín ha adquirido una de las principales empresas de alimentación de Israel, Tnuva, y participa en grandes proyectos como el tren ligero de Tel Aviv.
Durante la visita, ambos gobiernos firmarán en ese sentido una serie de acuerdos económicos para potenciar la cooperación entre sus empresas, y Netanyahu se entrevistará con los directivos de las firmas más importantes del país.
Para ello viaja acompañado de decenas de empresarios israelíes de diversas sectores, algunos ya con inversiones en el país asiático, otros interesados en entrar en ese mercado, y que participarán en un foro económico bilateral.
La parte científica de la visita, en la que China suele mostrar un mayor interés por el potencial israelí en este sector, se traducirá en la Tercera Conferencia Chino-Israelí de Innovación, que se celebra todos los años de forma alterna en cada país.
«Continuaremos las conversaciones para el establecimiento de un acuerdo de libre comercio entre China e Israel y celebraremos la tercera conferencia de innovación. Por supuesto continuaremos desarrollando nuevos mercados y abriendo nuevos mercados para la economía israelí», resumió Netanyahu hace unos días los objetivos de su viaje, el quinto en las últimas semanas.
Desde febrero ha estado en el Reino Unido, EE.UU., Australia y Singapur, y Moscú.
Netanyahu viajará acompañado de los ministros de Medio Ambiente, Zeev Elkin;Industria y Economía, Eli Cohen; Ciencia, Tecnología y Espacio, Ofir Akunis; Sanidad, Yaakov Litzman, y Agricultura, Uri Ariel.
Se trata de los campos en los que los dos gobiernos firmarán una serie de acuerdos con el que aspiran a, entre otros, potenciar sus relaciones aéreas, la cooperación educativa y la agrícola.
Las partes también abordarán el envío de mano de obra china para proyectos de construcción en Israel, siempre afectado por una ausencia de trabajadores que en la última década ha ralentizado los proyectos y encarecido la vivienda.
Las relaciones chino-israelíes siempre han estado marcadas por las necesidades de seguridad nacional de EE.UU., principal aliado de Israel y que imponen ciertas limitaciones en la transferencia de tecnología y equipamiento militar.
