El cura guerrillero español Gaspar García Laviana, quien murió en combate durante la insurrección de los rebeldes sandinistas contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle hace 43 años, fue declarado este sábado héroe nacional por la Asamblea Nacional de Nicaragua.
García Laviana, falleció en un enfrentamiento armado con la Guardia Nacional de Somoza un 11 de diciembre de 1978, en el municipio de Tola, departamento de Rivas, en el Pacífico sur de Nicaragua, a la edad de 37 años. Fue declarado héroe nacional durante una sesión especial celebrada en esa ciudad, a propuesta del presidente del país, Daniel Ortega.
Al sacerdote español y «comandante guerrillero» se le conoció con el seudónimo de «Martín» durante la insurrección sandinista contra el Gobierno del presidente Somoza Debayle, quien fue derrocado por las fuerzas de las armas y el apoyo de la comunidad internacional un 19 de julio de 1979, de acuerdo con la información.
García Laviana, un sacerdote misionero del Sagrado Corazón, originario de Avilés (Asturias), llegó a Nicaragua como voluntario al municipio de Tola y formó parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), actualmente en el poder, en 1977, un año antes de morir en combate, según el Gobierno.
Cura guerrillero español Gaspar García
En el decreto presidencial, aprobado por el Parlamento, Ortega resolvió designar al sacerdote y comandante guerrillero Gaspar García Laviana en el 43 aniversario de su tránsito a la inmortalidad, como héroe nacional de la República de Nicaragua.
Promover más conocimiento y apropiación del pensamiento, obra y legado como inspiración permanente, y como sublime apóstol de nuestras propuestas y prácticas cristianas, socialistas, fraternales y solidarias de García Laviana, ordenó el mandatario en su decreto.
También ordenó que el decreto sea entregado a los familiares del «sacerdote y comandante guerrillero» García Laviana «como héroe invicto» de Nicaragua «bendita, soberana, libre y siempre digna» y que sea divulgado en todo el país.
Nicaragua lo declara héroe nacional
El cura guerrillero español fue enterrado en octubre de 1979 en Tola, un poblado de 474 kilómetros cuadrados y de 30.000 habitantes, junto con cuatro combatientes más del FSLN, tres meses después de la caída de Somoza Debayle y diez meses después de su muerte.
Todos ellos fueron sepultados, en forma colectiva, en el parque «Héroes y Mártires» de Tola, a 134 kilómetros al sur de la capital, donde previamente habían sido enterrados más de veinte combatientes sandinistas, algunos no identificados.
