No es fácil pasar estas fechas en un centro de salud. Mucho menos si se trata de uno de Carabobo en el que las precariedades sobran. Es por eso que un nutrido grupo de voluntarios decidió llevarles sonrisas a los niños que cerraron el año en el Hospital Universitario Ángel Larralde.
Esto fue posible gracias a la jornada de la fundación “Dar más que recibir” que no solo regaló una tarde de juegos a quienes enfrentan ese mal momento, sino que donó ropa, golosinas, cotillones, pañales, almuerzos y juguetes.
“Fue día lleno de bondad y solidaridad”, expresó la presidenta de la organización, Elizabeth Paredes, al detallar que la actividad también se realizó en las comunidades Próceres de la Patria y Villa Samán, al sur de Valencia.
Fueron más de 500 niños los beneficiados con estos donativos que contó con el apoyo de diversas empresas privadas. “Demostrando una vez más que cuando nobles corazones se unen ocurren extraordinarios eventos».
Un 2020 difícil
Durante el 2020, como consecuencia de la pandemia por la COVID-19 se tuvo que paralizar tres de los programas de la fundación “Dar más que recibir” para dedicarse en 100% al apoyo en los centros hospitalarios del estado, con la donación de insumos de bioseguridad y alimentación a médicos residentes para que pudieran continuar con la atención de los pacientes.
También formó parte del Plan de Contingencia Alimentaria en el que se logró llevar comidas semanalmente al área de pediatría de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET), se continúo con el apoyo a los 200 estudiantes becados por esta organización por medio del programa escolar “Ayúdame a estudiar”, y se le brindó cobijo a cientos de niños y abuelos en estado de vulnerabilidad.
Esperan que en el 2021 continúe el apoyo de la empresa privada y de la instituciones del estado para no detener su labor y ampliar sus programas y proyectos.