Cinco casas hogares de atención a niños y adolescentes de Valencia están requiriendo de donaciones para poder mantener sus actividades, por cuanto carecen de recursos necesarios para dar una alimentación adecuada a quienes resguardan.
El defensor de los derechos humanos, Ender Lizardo, aseguró que en estos establecimientos dependientes del Estado, brindan refugio a unos 300 niños y adolescentes en condición vulnerable.
En declaraciones al periodista Ricardo Graffe por la emisora Unión Radio, Lizardo manifestó que en estas unidades de atención se atienden a los menores remitidos por los tribunales, a través de los Consejos de Protección, o por medidas administrativas de estos últimos organismos.
Refirió que en Valencia funcionan las unidades de atención Fundación Semillita, en Flor Amarillo; Refugios PANA, que está en el centro; Casa Abrigo San Antonio, en Lomas del Este; y la casa Sagrado Corazón de Jesús.
Según señaló en estos centros se encuentran unos 300 menores que no reciben una alimentación balanceada, por falta de recursos, por lo que generalmente consumen granos.
Lizardo hizo un llamado a la gobernación, a la alcaldía y a las empresas privadas, para que colaboren con la alimentación de estos menores.
