Otra navidad que pasó sin esperanza, iniciamos el año dentro de una profunda sensación de vacío que va desde la certeza de la impotencia hasta la resignación que paraliza. Lucimos como zombis y hasta pareciera que si resucitamos volveremos a la muerte. Así comenzamos el 2017. Una verdad que aterroriza y preocupa. El mundo político opositor en Venezuela se ha dejado maniatar y por otro lado se ha maniatado el mismo. Parece que el coctel de ambiciones, amedrentamientos, compra venta de conciencias, incoherencias y engaños nos embarga, y el Régimen se vuelve a erigir como el todopoderoso aplastante que no deja espacio ni siquiera para estructurar una protesta o confrontación mas allá de la simple marcha temporal e intranscendente
Sin embargo y a pesar de la inamovilidad de la realidad a la que estamos sometidos en el país, la vida no deja de evolucionar y al menos dos circunstancias se hacen presentes en el escenario político global, donde nada deja de tener repercusiones en diversas latitudes. Una local y otra fuera de nuestras fronteras. A este nuevo tablero de ajedrez se anexan dos nuevos jugadores como lo son por un lado la posibilidad absolutamente real y anunciada por el TSJ de inserción del mundo islámico dirigiendo por primera a un país cristiano latinoamericano y por otro lado la ascensión al poder de Trump and Associates representantes del negocio petrolero mundial. Estos dos nuevos frentes de participación política en el 2017 generaran respuestas de los otros participantes como Cuba, el Vaticano junto a otras religiones cristianas y Europa las cuales no se harán esperar.
En el mundo hay más de 2100 millones de cristianos y más de 800 están en América, donde históricamente nunca un gobierno ha sido dirigido o influenciado desde la presidencia por musulmanes. El nombramiento del nuevo Vicepresidente en Venezuela definitivamente abre esa posibilidad, la cual ante la enorme confrontación bélica y terrorista que en el mundo existe desde hace muchas décadas, nos ubicaría en el centro de un conflicto milenario del cual no somos responsables. La libertad de cultos ha regido al sistema democrático venezolano desde mediados del siglo pasado donde el cristianismo continúa siendo practicado por la inmensa mayoría de la población. Muchos rumores han rondado en Venezuela sobre los nexos entre la dirigencia del “proceso” y grupos terroristas como Hezbola y otros, la historia lo confirmará o negará. ¿Será Venezuela la punta de lanza de penetración en América Latina del islamismo?
El otro nuevo participante es el actor más importante en el mercado petrolero mundial en la actualidad y ese es Estados Unidos, responsable de la caída de los precios del petróleo en los últimos casi 3 años. Este hábil jugador comienza una nueva era política con la presidencia del Sr. Trump, cuyo gobierno pone en manos del CEO de la mayor empresa petrolera mundial la Secretaría de Estado, determinante en las relaciones internacionales y políticas del poderoso país del norte. Así será fácil preguntarse, ¿Cuáles serán los objetivos de las nuevas relaciones político-comerciales de USA con Venezuela? La simple lógica del capital nos hace pensar que hacia donde este el mayor beneficio comercial se inclinarán las acciones. ¿Que hará un estado con una empresa petrolera destruida y a la vez dependiente de ella? ¿Ampliaremos el negocio de la franja petrolera del Orinoco a Exxon? O por el contrario seguirá el sonido del pito seguido del grito “Exprópiese”. Venezuela ahora se transforma en el “target” del negocio petrolero extranjero ante la minusvalía de la otrora exitosa PDVSA.
“Al perder el centro de la lucha que fue el referendo revocatorio pareciera que vamos por las migajas”
De esta manera estos dos actores influirán en el desarrollo de la vida de los venezolanos, quienes lamentablemente no tenemos un sector político opositor sólido con objetivos y estrategias definidas, comprometidos con la lucha contra la dictadura y que no siga bailando al son que le toquen. La sociedad e instituciones abonanzadas ante la tormenta parecen tomar el edulcorante de turno: las elecciones de gobernadores, las cuales acarrearan mayor división de la oposición y solidificará aún más el poder de la dictadura al hacer a los actores políticos opositores dependientes directos del poder central. No habrá respeto por ellos ni por sus programas, sino persecución y humillación. ¿Es que no les ha bastado con el atropello a la Asamblea Nacional? Al perder el centro de la lucha que fue el referendo revocatorio pareciera que vamos por las migajas.
Habrá consecuencias en Venezuela debido a los nuevos acontecimientos que señalamos. Lo sabremos pronto, pero sin la participación de las fuerzas internas absolutamente claras en objetivos seguiremos siendo solo los peones en el tablero