AFP PHOTO / RODRIGO ARANGUA

Al menos cuatro heridos dejaron enfrentamientos de estudiantes y grupos afines al gobierno en el sur de Nicaragua, durante una nueva ola de las manifestaciones antigubernamentales que sacuden al país centroamericano, y que han dejado 47 muertos, informó este lunes una ONG.

«Tenemos cuatro heridos confirmados el domingo (en el departamento sureño de Masaya) y estamos en proceso de verificación de otros», indicó a la AFP el Centro Nicaragüense de Derechos humanos (Cenidh), un ente independiente.

Sin embargo, estudiantes que participaron de las protestas dijeron que la cifra de heridos es superior.

Solo en un puesto médico eran 45 heridos en Catarina, un municipio de Masaya, declaró a periodistas un integrante del estudiantil Movimiento 19 de Abril de Masaya, creado a raíz de las protestas.

El movimiento demandó «el cese inmediato de las agresiones en contra de los que queremos la restauración de la democracia», como de «la cacería de brujas» que han desatado contra los manifestantes.

Los estudiantes encabezan desde el 18 de abril las protestas más fuertes en los 11 años de gobierno del presidente Daniel Ortega, con un saldo de 47 muertos y más de 400 heridos, de acuerdo con el Cenidh. El gobierno solo dio un balance de los fallecidos al inicio de las refriegas, contando 10 víctimas fatales.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, condenó la «letal» respuesta del gobierno de Ortega a las protestas y lo instó a permitir el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para investigar los hechos, lo que el mandatario nicaragüense había rechazado.

«Nos unimos a las naciones de todo el mundo para exigir que el gobierno de Ortega responda a las demandas del pueblo nicaragüense de una reforma democrática y haga rendir cuentas a los responsables de la violencia», dijo Pence durante un discurso ante la Organización de Estados Americanos.

– Comisión de la Verdad –

Las manifestaciones del domingo estallaron luego de que el Parlamento, controlado por el oficialismo, creara una Comisión de la Verdad para investigar las muertes ocurridas en las protestas.

La iniciativa fue rechazada por diversos sectores que piden una investigación independiente.

La justicia por los muertos «solamente puede ser alcanzada con la renuncia incondicional de los tiranos y de su séquito de criminales. Consideramos como un asunto de primer orden la disolución de la dictadura», señaló el movimiento juvenil, en una referencia al gobierno de Ortega.

Cientos de pobladores de Masaya salieron a las calles a demandar de manera pacífica «justicia» por los muertos y la renuncia del presidente Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Pero la tarde del domingo, fuerzas antimotines se apostaron en la carretera entre los municipios de Catarina y Niquinohomo, en Masaya, y lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes.

«Cuando íbamos de regreso a Niquinohomo, fuimos atacados por grupos de choque de la Juventud Sandinista», afín a Ortega, dijo a la AFP, Juan Potosme, de 36 años, quien resultó herido en el ojo derecho por un disparo de balín.

En Niquinohomo, cuna del héroe nacional Augusto Cesar Sandino, pobladores construyeron barricadas para defenderse, tras el asedio la víspera de antimotines y grupos de choques.

A los reclamos antigubernamentales se sumaron este lunes cientos de estudiantes de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) de Managua, León y Carazo.

Ante la presión de las protestas, la fiscalía anunció que acusará a los jóvenes Brandon Lovo y Glen Slate como presunto autor y colaborador, respectivamente, de la muerte del periodista Angel Gahona en abril en la caribeña ciudad de Bluefields.

-Dialogo manchado de sangre- 

El presidente Ortega manifestó el 21 de abril la disposición de realizar un diálogo nacional para buscar una salida a la crisis política y social del país, con la mediación de la Iglesia católica.

La vicepresidenta Murillo reiteró este lunes la voluntad de «seguir adelante construyendo la paz» mediante un diálogo, que aún no tiene fecha.

Pero los jóvenes del Movimiento 19 de abril rechazan «una paz negociada sobre la mesa manchada con la sangre de nuestros mártires» y las intenciones del gobierno de «hacer borrón y cuenta nueva como si nada hubiese pasado».

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, por su parte exigió al gobierno y la policía «detener la represión», para salvar la negociación.

La relatora de la CIDH para Nicaragua, Antonia Urrejola, informó que ha reiterado al «Estado de Nicaragua la solicitud» para visitar el país.




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