Al menos un supuesto miembro del grupo yihadista Estado Islámico (EI) murió y varios otros resultaron heridos durante una nueva operación de los talibanes contra esta formación terrorista en Afganistán, que se convirtió en la principal amenaza para la estabilidad del Gobierno islamista.
La operación se produjo anoche en Saraye Shamali, en el norte de la ciudad de Kabul, después de que los servicios de inteligencia localizaran un escondite del grupo yihadista, explicó a Efe el viceportavoz del Gobierno talibán, Enamullah Samangani.
Un presunto miembro del Daesh (acrónimo del EI en árabe) murió y varios fueron arrestados, a su vez que abrió una investigación sobre ellos, añadió Samangani.
El departamento de los servicios de inteligencia de los talibanes detallaron en un comunicado que en base a información "fiable" localizaron el escondite de los "khawarij" (fieles que abusan del islam) que planeaban cometer varios ataques.
El escondite fue destruido y un número indeterminado de yihadistas murieron en la operación, al tiempo que "varios otros fueron detenidos con armas y explosivos", según la nota.
La operación se produce la misma semana en la que se cometieron tres atentados con bomba en la capital afgana, que causaron al menos cinco muertos y una decena de heridos, y que fueron relacionados con el grupo yihadista.
Nueva operación contra el EI de los talibanes
Los talibanes lanzaron tras su llegada al poder del pasado 15 de agosto una serie de operaciones en varias provincias del país contra el EI, que todavía continúan, y han matado o detenido a decenas de yihadistas en al menos ocho de las 34 provincias afganas.
Según datos oficiales divulgados la semana pasada, cerca de 600 miembros del EI fueron arrestados en los últimos tres meses, entre los que se incluyen altos comandantes del grupo yihadista, que se encuentran en prisión.
El mayor atentado del grupo yihadista en los últimos meses, con unos 170 muertos, tuvo lugar el pasado 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, cuando miles de afganos trataban desesperados de huir del país en alguno de los vuelos de evacuación.
Además un ataque suicida del EI contra una mezquita chií dejó al menos 80 muertos y unos cien heridos en Kunduz el pasado 8 de octubre, y otro atentado similar una semana después en la meridional Kandahar dejó otros 60 muertos.
Analistas y expertos han señalado que el grupo yihadista se ha convertido en la mayor amenaza a la seguridad del Gobierno talibán en Afganistán, e incluso de países vecinos, al estar detrás de ataques casi diarios contra los fundamentalistas.
Con el paso del tiempo tendremos un escenario en el que el Daesh se fortalecerá especialmente en el norte del país, y los talibanes se verán inmersos en una guerra civil contra el Daesh y otros grupos, advirtió hoy a Efe el analista político Ahmad Sayeedee.