Barack Obama se liberó de las ataduras de la Presidencia de Estados Unidos y ha vuelto a practicar uno de sus deportes favoritos, el surf, tras ocho años de tenerlo prohibido por el Servicio Secreto.
Su amigo Richard Branson, magnate británico dueño de Virgin, publicó este miércoles en su blog un completo relato, con fotografías y vídeos, de sus aventuras acuáticas con el expresidente en las Islas Vírgenes Británicas, donde los Obama pasaron unos días de vacaciones antes de regresar a Washington el pasado jueves.
Las imágenes, muestran a un Obama relajado, bromista y en plena forma mientras aprende a hacer «kitesurf» con Branson.
Al llegar a la Isla Mosquito, propiedad del magnate, el ex mandatario le contó que, poco antes de llegar a la Casa Blanca, estuvo surfeando en un área peligrosa en Hawai. Cuando regresó de esa aventura, el jefe de su equipo de protección le dijo: «Esta será la última vez que hagas surf en ocho años».
Así que, durante su mandato, Obama «no pudo surfear ni disfrutar de otros deportes acuáticos ni hacer muchas de las cosas que le gustan», relata Branson en su blog.
«Por eso fue fantástico ofrecerle la oportunidad de aprender a hacer ‘kitesurf'», un deporte que se ha puesto muy de moda en la última década», explica.
Barack y Michelle Obama volvieron a Washington el pasado jueves tras dos semanas de vacaciones en Palm Springs (California) y las Islas Vírgenes Británicas.
Sus escapadas, la mayoría en el Hawai natal del presidente, siempre han dejado imágenes simpáticas, pero en estas -las primeras tras dejar la Casa Blanca- se ha visto a una familia aún más despreocupada: el ex jefe de estado con una gorra al revés y la ex primera dama con dos trenzas en el cabello.
Pero Barack Obama, de 55 años, y Michelle, de 53, no piensan desaparecer: han puesto en marcha la oficina que coordinará sus actividades a partir de ahora y la Fundación Obama trabaja en la construcción del centro y la biblioteca presidencial en Chicago.
La familia se quedará en Washington hasta que la hija menor Sasha, de 15 años, termine la educación secundaria: tiempo suficiente para que sorprendan con nuevas imágenes cotidianas y divertidas.