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Cronica Uno
Por Yelitza Figueroa @yelitzafigueroa

Las últimas homilías de monseñor Víctor Hugo Basabe en Barquisimeto y Quíbor han sido rechazadas por el oficialismo. Han protestado frente a su residencia, fue declarado persona non grata y lo acusaron de incumplir un pacto de no politización.

Monseñor Víctor Hugo Basabe, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, señala que como obispo, tiene obligaciones muy específicas en el seno de la Iglesia que son gobernar, enseñar y santificar.

En Quíbor, además de interrumpirlo mientras predicaba durante la transmisión de la misa por el canal de la Arquidiócesis de Barquisimeto, se presume que hayan cortado el servicio de internet para impedir la transmisión.

Crónica.Uno conversó con el también obispo de la diócesis de San Felipe, quien respondió a los señalamientos en su contra.

Oficialistas insisten en que usted politiza las misas. Opositores afirman que no se ha aprendido a diferenciar entre política, denuncia y partidización. ¿Usted qué dice?

—Hay una diferencia en lo que es la política como arte y ciencia del bien común, y otra cosa cuando reduces la política al mero ejercicio del poder político. Todos estamos llamados a ser políticos porque todos debemos ser promotores del bien común. Asumir el control del poder político queda reservado para las personas que se dedican al activismo político.

Estamos en un país polarizado, donde todo lo que se diga es leído desde alguno de los polos, en los que estamos, lamentablemente, fragmentados los venezolanos.

Víctor Hugo Basabe asegura que no compete a la Iglesia el cambio del gobierno venezolano. Foto Yelitza Figueroa

A los obispos se nos confunde con los activistas políticos, pero es la consecuencia del ejercicio del ministerio profético. Todo aquello que vaya en contra y en detrimento del pueblo de Dios, tenemos el deber de denunciarlo. No podemos quedarnos callados.

En mi homilía de Quíbor partí de la expresión de la Virgen María a los sirvientes de las bodas de Caná: “hagan lo que Él (Jesús) les diga”. Jesús nos dice en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo que den de comer al hambriento, den de beber al sediento, den de vestir al desnudo, visiten al enfermo, visiten al preso, hospeden al forastero.

Si lees mi homilía, te vas a dar cuenta de que está centrada en el Evangelio. ¿Es una homilía política? No, para nada.

El caso de la homilía del 14 de enero de la Divina Pastora: como hombre de Dios, si algo tengo que hacer es orar y si hay algo a lo que tengo que invitar al pueblo que se me ha confiado es a orar.

Yo invitaba al pueblo a convertir la peregrinación de la Divina Pastora en un ejercicio de oración, y que, entre otras cosas, pusiéramos en manos de la Virgen todas las situaciones de dificultad, de conflictividad que se viven en el país.

Una invitación a la oración se vio de una manera errónea. En el caso de una funcionaria del estado Lara, fue vista como hacer anuncios políticos. Yo no sé dónde están los anuncios políticos en esa homilía.

Además, hay algo en lo que estoy claro: jamás voy a estar de acuerdo con la acción política de quienes están en el Gobierno, porque se ha traducido en una vida precaria, marcada por la dificultad, la carencia, en un romperse la familia por un fenómeno migratorio.

No estoy de acuerdo en una vida de precariedad para los ancianos ni para los enfermos. Yo nunca voy a compartir el accionar político de quien, teniendo el poder y habiendo tenido todos los recursos, haya conducido a este pueblo a la situación en la que está metida.

Esta homilía valió para que el Concejo Municipal de Iribarren declarara a Víctor Hugo Basabe persona non grata.

—A mí eso no me quita el sueño. Yo vivo entre la gente, y sería capaz de preguntarle a estas personas que, encerrados en una sala del Concejo Municipal hicieron esa declaración de persona non grata, si ellos son capaces de caminar en medio de este pueblo con la libertad que yo camino.

Ellos declararon a Víctor Hugo Basabe persona non grata, pero mira el comunicado que produjo el clero de Barquisimeto, mira los comunicados, las manifestaciones de apoyo que han surgido de los laicos en las comunidades parroquiales, de los movimientos de apostolados y todo eso.

A esas personas que me declararon persona non grata, no las conozco y te aseguro que, si me las llego a conseguir, las voy a saludar con la afabilidad que saludo a cualquiera.

¿No teme retaliación de personas afectas al gobierno?

—Si hay algo que me caracteriza es que no soy miedoso. Estoy convencido de mi misión, sé que esa misión implica riesgos.

Recuerdo una misa de confirmación en que una de las madrinas se me acercó y me dijo: “Si sigues hablando así vas a ver lo que te va a pasar”. Esa señora era una alta funcionaria del gobierno yaracuyano. Fue captada en un acto de corrupción y ahora está presa.

«Soy discípulo de un Maestro al que decir la verdad le costó la vida, soy discípulo de un Maestro que fue molesto para mucha gente en su tiempo”.

Sobre las personas que protestaron frente a mi residencia, yo no estaba cuando eso sucedió. Lo que sí me dicen quienes estaban en la casa, es que llegaron en autobuses del Estado.

En la residencia de San Felipe he sufrido 23 veces la incursión del hampa. Más que por robar, es por hacer daño. Mi única riqueza son los libros, y ha habido momentos en los que se han metido a mi casa y lo que han hecho es destruirme libros.

Yo tengo el cuero curtido, ninguna amenaza o acción me va a apartar del ejercicio de mi ministerio profético.

La autoridad de turismo de Lara mencionó que hubo acuerdos de no politizar la procesión. ¿Cuáles acuerdos?

—Hasta hace algunos años, el Estado tenía intervención en los actos de la Divina Pastora. En 2018 cuando llegué a Barquisimeto, se me plantea encabezar los actos para enero de 2019 y unos personeros del Estado se acercaron a la Curia. Uno dijo: “Tenemos un presupuesto milmillonario para la Divina Pastora, pero queremos poner ciertas condiciones”.

Lo primero que les dije fue que la Divina Pastora no necesita miles de millones de bolívares para hacer su peregrinación.

En segundo lugar, estamos hablando de 2018 cuando las circunstancias eran muy difíciles. Les dije que sería un pecado de parte nuestra como Iglesia que un país con tanta precariedad, yo permitiera que se invirtieran miles de millones.

Foto Yelitza Figueroa

En tercer lugar, esto es una acción de la Iglesia y a las acciones de la Iglesia nadie les pone condiciones.

Uno de ellos dijo: “Y entonces ¿quedamos fuera de la Divina Pastora?”; yo le dije: “Eso lo está diciendo usted. Simplemente pongo las cosas en claro porque aquí no vamos a aceptar condiciones”.

De parte nuestra no hubo ningún pacto porque no somos activistas políticos. Me parece que quienes sí actuaron desde el punto de vista del activismo político fueron ellos. Vi, por ejemplo, en una pantalla gigante en Santa Rosa, el nombre del alcalde. La tarima que tenían en la avenida Venezuela tenía videos del señor Chávez.

Tanto en Santa Rosa como en Quíbor el nombre del alcalde salió en pantalla gigante. Foto cortesía

Se ha dicho falsamente que pagaron tarimas, que pagaron sonido. La tarima que estuvo en la Catedral la pagamos nosotros con el auxilio de la empresa privada; todo lo que se hizo en Santa Rosa fue con ayuda de la empresa privada, al igual que en la Claret.

Recurrimos al pueblo y el pueblo nos ayudó a hacer todo lo que hicimos. El Estado no tuvo absolutamente nada que ver.

En una cuenta digital se dedicaron a averiguar sobre su vida. Hicieron énfasis en que entró al seminario con una edad avanzada.

—Dios llama cuando, como, donde y a quien quiere. Dios no tiene hora. Le doy gracias al Señor por haber hecho las cosas conmigo cuando las hizo.

Cuando entré al seminario, era consultor jurídico en un holding empresarial y lo que medio mundo pensó era que me había vuelto loco porque dejaba una vida de éxito profesional por el sacerdocio.

Pero yo estaba muy claro en lo que estaba haciendo. Fueron más o menos tres años y medio de discernimiento en los que descubrí los signos de la vocación.

Si yo hubiese querido ser activista político, tuve todas las posibilidades de serlo. Como abogado fui síndico procurador municipal y me preocupé por que mi gestión se caracterizara por la pulcritud.

Eso lo callan, esa parte de mi vida no la han averiguado, pero haber trabajado de esa manera le hizo pensar a mucha gente que yo tenía aspiraciones políticas y no, para nada.

Cuando era síndico procurador municipal me convencí de algo: viendo la parodia del Mago de Oz que hicieron Diana Ross y Michael Jackson, al final, el Mago de Oz se ve descubierto en su falsedad y confiesa que él había sido un funcionario y que había estado en la política, pero se convenció de que los puestos públicos eran el último refugio de los incompetentes.

Yo no tengo ningún interés en puestos públicos porque sigo convencido de que, en este país, los puestos públicos son el último refugio de los incompetentes.




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