Para Beatriz Girón, del Observatorio Venezolano de Prisiones, el hecho de que un grupo de internos del penal de Tocuyito se hayan comido un perro, es una señal de que hay hambre en los centros penitenciarios del país.
Según precisó, la desnutrición en los penales del país, ha aumentado en un 80 por ciento en los últimos meses, por la misma situación económica.
Como se recordará, la ONG Una Ventana a la Libertad denunció en su portal el pasado fin de semana, que presos en el Centro de Formación para el Hombre Nuevo El Libertador fueron castigados por matar a una perra y comérsela.
Según se dijo, el animal presuntamente era la mascota del director, una Rottweiller, llamada “niña” o “princesa”.
En el programa En Contexto de Unión Radio, Girón manifestó que la información oficial es que continuamente están llegando los alimentos a los centros penitenciarios, pero lo que se observa en los penales es desnutrición severa en buena parte de la población reclusa.
Igualmente aseguró haber recibido denuncias de familiares, según las cuales los presos no reciben la misma cantidad de alimentos que les llevan sus parientes.
Beatriz Girón señaló que de acuerdo a un estudio hecho a finales de septiembre de este año, la desnutrición en los penales del país, ha aumentado en un 80 por ciento.
