En febrero de 2012 un joven Omar Bencomo Jr. deslumbraba en la liga paralela con Navegantes del Magallanes cuando un lamentable hecho puso en duda no solo su carrera, sino su vida. Unos asaltantes intentaron robarle su vehículo y para ello le dispararon en diversas ocasiones, siendo Valencia, su ciudad, el lugar donde ocurrió el hecho. El lanzador perdió un riñón y parte del colon pero eso no le impidió salir adelante y regresar seis años después a su casa, esta vez como refuerzo de la nave para la postemporada 2017-2018.
«Siempre quise estar con este equipo. Son cosas inexplicables» confesó el pitcher de 28 años que nunca llegó a debutar con el conjunto grande de los turcos, pero fue capaz de mostrar todo su arsenal en el terreno con los Bravos de Margarita, una vez completado su proceso de recuperación.
Para Bencomo es su tercera experiencia seguida en los playoffs de la pelota rentada y en las tres ocasiones ha cumplido labor de refuerzo, aunque en las dos anteriores fue luego de la eliminación de los insulares en la segunda ronda.
«Han pasado muchos años desde que formé parte de esta organización y estoy muy contento de estar de regreso. Nunca pensé que me iban a llamar y aquí estoy, dando el todo por el todo» dijo el diestro hijo de un emblema de los turcos durante la época de los 80, con nombre homónimo.
El serpentinero dejó marca de cinco ganados y siete perdidos con 4.42 en promedio de carreras limpias permitidas durante la ronda regular y fue la pieza de adición escogida por la divisa eléctrica, urgida de pitcheo abridor para afrontar la etapa definitoria del campeonato.
El valenciano cerró con eficacia la zafra luego de dar unos primeros pasos en falso con la tribu neoespartana. En sus últimas cinco aperturas sumó cuatro triunfos, incluida una salida de ocho episodios con solo una carrera limpia permitida y siete ponches propinados ante Tiburones de La Guaira en el inicio del período positivo.
Regresar a tierras carabobeñas, lejos de generar malos recuerdos para Bencomo, pareciera traer consigo la oportunidad de completar una asignatura pendiente en su travesía dentro del béisbol, la cual pasó a ser un capítulo extra como historia de vida.
