Naciones Unidas denunció este miércoles que los habitantes de la Franja de Gaza se han convertido en rehenes del pulso entre el movimiento islamista Hamas y la autoridad Palestina con sede en Cisjordania, lo que puede llevar al «colapso total» de los servicios básicos.
Los habitantes de Gaza solo disponen en estos momentos de tres a cuatro horas de electricidad al día, suministrada por la propia planta eléctrica en su territorio, Israel y Egipto.
Israel dijo el domingo que reduciría su suministro a Gaza, a una cantidad que oscilaría entre 45 y 60 minutos al día, después de que el presidente de la autoridad Palestina, Mahmud Abas, anunciara que iba a dejar de pagar la factura del territorio en manos de Hamas.
El coordinador de la ONU para la ayuda humanitaria a los territorios ocupados, Robert Piper, advirtió que cortes adicionales de electricidad podrían tener un efecto desastroso.
«Si aumenta la duración de los apagones eso va a provocar un colapso total de los servicios básicos, incluidos los sectores de sanidad, agua y limpieza» explicó Piper mediante un comunicado.
«Los habitantes de Gaza no deberían ser rehenes de esta disputa palestina interna» explicó.
Hamas gobierna Gaza desde 2007, cuando arrebató el territorio a los partidarios de Abas, tras un violento enfrentamiento provocado por el resultado de las elecciones legislativas, que había ganado el movimiento islamista el año anterior.
Los intentos de reconciliación entre Hamas y la Autoridad Palestina han fracasado, y pese a ello el gobierno controlado por Abas ha continuado pagando a Israel parte de la factura eléctrica de la Franja de Gaza.
