Opositores venezolanos denunciaron hoy, en un acto organizado al margen del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, lo que consideran el recrudecimiento diario de la opresión en su país y pidieron que los países interesados por el futuro de Venezuela mantengan la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
En el acto, organizado por la Misión Diplomática de Estados Unidos ante la ONU en Ginebra con el apoyo de una decena de otros países, participó Delsa Solórzano, miembro de la Asamblea Nacional Venezolana, donde hoy se debate un acuerdo para la "reinstitucionalización" de las Fuerzas Armadas".
"A la Fuerza Armada Nacional queremos decirles que deben hacer honor a su uniforme, a la herencia de Bolívar, y que asesinar y reprimir no es un trabajo. Ustedes tienen la obligación de contribuir a la reinstitucionalización del país, les estamos esperando del lado de la democracia", dijo Solórzano a través de Efe dirigiéndose a los militares de su país.
La parlamentaria ha aprovechado su participación en el evento en la sede europea de la ONU para reunirse con distintas organizaciones de derechos humanos y abordar la situación de Venezuela.
Asimismo, presentará la actualización de varios casos de víctimas de violaciones de derechos humanos a las que representa y que están siendo examinados por las instancias pertinentes de la organización internacional, explicó.
Durante su intervención en el panel, a la que acudieron diplomáticos y activistas de numerosos países que participan en la 40ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, Solórzano denunció la represión que el Gobierno de Maduro también ejerce contra los legisladores opositores, lo que ha obligado a varios de ellos a exiliarse.
Agregó que "64 parlamentarios han recibido amenazas o han sufrido atentados contra sus vidas o las de sus familiares, otros somos perseguidos y a algunos se les confiscan los pasaportes para que no puedan viajar".
El abogado y criminalista Marcelo Crovato, quien hace un año consiguió escapar de Venezuela tras pasar cuatro años detenido sin ser juzgado y por la única razón de defender a víctimas de abusos, sostuvo que "en Venezuela no hay un gobierno, sino una organización criminal que dirige el país y que no va a ceder nada de su poder por las buenas".
En su opinión, la única alternativa de cambio pasa por "mantener la presión interna, que a su vez estimula la presión externa, porque los países no van a pelear esta lucha en nuestro lugar, nosotros debemos hacerlo y ellos nos darán su apoyo".
Crovato, quien actualmente reside en Buenos Aires, también consideró fundamental que el entusiasmo del pueblo no decaiga "bajo el ideal de que seremos libres, aunque seamos claros en que esto no ocurrirá ni mañana ni pasado mañana".
En el mismo panel, la directora de la ONG venezolana Acceso a la Justicia, Laura Louza, dijo que la instrumentalización que hace el Gobierno de Maduro del Poder Judicial "es un ejemplo de lo que sucede cuando no se atienden a tiempo las denuncias de atentados a la independencia de la Justicia y al Estado de Derecho".