La falta de divisas ha provocado la escasez de cristales. (Foto Carlos Andrés Pérez)

Dayrí Blanco

Los dos hijos de Carlos Ayala practican natación. Padecen de miopía y por años han usado lentes de contacto. Ellos saben que cada 15 días deben cambiárselos por un par nuevo. Pero desde hace tres meses, cada mañana se ponen los mismos. Su padre ha recorrido diferentes ópticas y la respuesta que recibe es siempre la misma: “no hay”.

La escasez lo ha llevado a pensar en una solución definitiva. Ya tiene citas programadas con el oftalmólogo para evaluar la posibilidad de someter a sus hijos de 17 y 19 años a una cirugía ocular. Su esposa lo hizo. Es educadora y no podía seguir trabajando sin la visión necesaria. A ella le hicieron el procedimiento de lente ocular. Cada uno tiene un precio de 28 mil bolívares.

Los inventarios de las ópticas han quedado en cero. Desde finales de 2013 comenzó la falla en los despachos de mercancía que usualmente realizaba la empresa Johnson & Johnson, que ha tenido serias trabas en la adjudicación de divisas debido a que su actividad comercial no es considerada por el Gobierno nacional como de primera necesidad.

Rebeca Pérez, gerente de ventas de un establecimiento de la rama, detalló que en enero le llegaron 10 cajas y en marzo cinco. A partir de ese momento solo recibió un lote de fórmulas positivas de uso diario. Lentes negativos no tienen para ofrecer a sus clientes.

En el negocio que administra Jonas Gutiérrez se pueden contar hasta 30 pacientes que a diario entran al lugar para preguntar por lentes de contacto. Yaritza Díaz fue una de ellas. Tras recibir una respuesta negativa dijo que tiene tres meses buscando para ella la fórmula -3,75 que requiere, y -1,75 que necesita su esposo. Indicó haber comprado hace algunas semanas una caja en una óptica de San Diego en dos mil 500 bolívares, cuando el precio habitual era de 350. “Estoy pensando en operarme”.

A eso hay que sumarle lo que se debe pagar para realizar el mantenimiento adecuado de los lentes con un líquido de calidad, que puede costar entre 120 y 400 bolívares. Pero es otro producto escaso.

Fallas en cristales

Magali López, dueña de un modesto negocio, dijo que desde que comenzó la escasez le recomendaba a sus clientes que se cambiaran a montura. Fue una decisión que de manera particular, y obligados por las circunstancias, tuvieron que tomar muchos pacientes. Pero es una alternativa que también está quedando descartada. Las fallas en los despachos de cristales así lo han determinado.

No hay disponibilidad ni para correcciones menores. El material que se requiere para su elaboración es importado. Los laboratorios que los fabrican ya no tienen la posibilidad de adquirir divisas a 6,30 bolívares. Las subastas del Sicad I parece que no se han hecho para el sector. Y las trabas para obtenerlas a precio de Sicad II han provocado que haya caído la inversión y, como consecuencia, la producción de cristales.




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