Osasuna firmó este domingo su clasificación para la Liga de Conferencia al vencer por 2-1 al Girona en un Sadar abarrotado gracias al doblete del croata Ante Budimir en apenas tres minutos tras el descanso que certifica un temporadón de su equipo de Pamplona.
La intensidad inicial de Osasuna y el buen ambiente de los primeros minutos se vieron empañados por la lesión de David García, por la que tuvo que abandonar el césped a los cinco minutos de juego con todo por disputarse todavía.
Abde llevó el peso de la parcela ofensiva de su equipo junto a un Aimar que cayó a ambas bandas para marcar las diferencias con su calidad y diferencial visión de juego. Los catalanes se vieron superados en los primeros instantes para ir haciéndose con la posesión más adelante.
Aitor Fernández estuvo muy acertado con una gran intervención en el minuto 26 que evitó el tanto visitante. Abde rozó el gol instantes antes de que Budimir rematase de cabeza sin encontrar el premio.
Las ocasiones se fueron sucediendo con un Osasuna que propuso más que su rival. El guardameta rojillo sacó una gran mano a Tsygankov al borde del descanso para evitar el gol del ucraniano. Bernardo cabeceó fuera una ocasión clarísima con la que se llegó al final de los 45 minutos. Todo por decidir en una última jornada liguera de transistores y muchas emociones.
Los chicos de Jagoba Arrasate se pusieron serios desde el comienzo y en un abrir y cerrar de ojos cambiaron la cita por completo. Torró puso un balón largo para Kike Barja, quien aprovechó el falló de Miguel Gutiérrez e irse directo hacia la meta contraria. Una vez dentro del área, optó por un pase de la muerte que llegó a buen destino para satisfacción de Budimir. El ‘17’ solo tuvo que empujar el balón al interior de la red. Tres minutos más tarde, Moncayola centró de manera milimétrica para que Budimir ampliase su cuenta con un testarazo ante el que nada pudo hacer Gazzaniga.
Osasuna ponía mucha tierra de por medio hacia su sueño europeo. Budimir recibió una ovación de gala por su doblete. El croata recibió el cariño de lo suyos tras un curso en el que costó arrancar, finalizando el mismo con ocho goles.
El partido parecía visto para sentencia con un Osasuna dominador, pero los de Michel quisieron poner picante al asunto. El brasileño Reinier volvió a meter más de 7 meses después para inquietar a El Sadar.
El Girona quiso iniciar desde atrás para ir atravesando líneas sin arriesgar ante un Osasuna que bajó el nivel en cuanto al físico se refiere. El control del balón fue total por parte del cuadro gerundense, metiendo el miedo a los más de 22.000 asistentes cada vez que se iban para arriba.
Los locales jugaron con el tiempo para tratar de dormir un encuentro que finalmente terminó con victoria pamplonesa para volver a disputar una competición europea 16 años después.
