Pablo Aure visualiza que nada ha cambiado en el país, desde que se realizaron las últimas elecciones, a las próximas convocadas para el 21 de noviembre. Por eso no entiende por qué hay algunos grupos opositores entusiasmados en participar en el venidero proceso comicial.
Aure, identificado con la corriente política que dirige María Corina Machado, declaró a El Carabobeño y comentó que le gustaría saber qué los hizo cambiar de opinión.
A su juicio, pareciera que hay algunas negociaciones o conversaciones que no las dan a conocer.
El abogado ya sacó las cuentas, por lo que considera que el 21 de noviembre no habrá ninguna elección de gobernadores y alcaldes, sino adjudicaciones de estos cargos por parte del gobierno de Maduro.
Estima que probablemente a algunas de las personas que dicen ser opositoras, les den una gobernación o alcaldía, pero en definitiva todas las gobernaciones y alcaldías seguirán dirigidas por el gobierno nacional.
Citó que en las últimas elecciones regionales, convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente, a los gobernadores de oposición que salieron electos, les fueron impuestos unos protectores.
“El problema del hambre, de la injusticia, de la deficiencia de los servicios públicos y de la corrupción, no se resuelve con una elección de gobernadores y alcaldes”.
Dijo que detrás del 21 de noviembre hay una negociación para favorecer, no al pueblo necesitado, sino a las mismas roscas que siempre han estado involucradas en temas electorales.
Pablo Aure manifestó estar de acuerdo con un proceso de negociación, pero que tenga garantías plenas para cambiar el actual sistema de gobierno, que es el que ha llevado el país al atolladero.
También dijo respaldar la unidad, pero la concebida como la unión de propósitos. Y esa no es justamente tener el control de todas las gobernaciones y alcaldía, sino lograr que Venezuela resurja, se respete la propiedad y existan tribunales honestos.
Citó como ejemplo su caso. Tiene prohibición de salida del país y su pasaporte anulado, sin que se le haya abierto un expediente por algún delito cometido.
“Eso solo fue una orden de este señor Lacava. Si aquí hubiese Estado de derecho, Lacava estuviera destituido por violador de derechos, y el funcionario o juez que emitió la orden, estuviera destituido. Pero ocurrió y no se puede denunciar el caso ante nadie”.
Insistió en que lo importante es salir de este tipo de gobierno que viene rigiendo al país desde hace más de 20 años.
“No estamos muy lejos de llegar a lo que ocurre en Afganistán. Yo siento que estamos gobernados por talibanes, que si no se hace lo que ellos dicen, te encierran para utilizarte como baraja de canje”.
Pablo Aure cuestiona el comportamiento de la comunidad internacional, porque a su juicio siempre se ha portado como un club de amigos.
“Hay negociaciones muy grades para estar preocupados por este país de Latinoamérica”.
