El Consejo Universitario de la Universidad de Carabobo, en su sesión del pasado martes 26, decidió que no se realizarán evaluaciones a distancia, pero esto no fue bien visto por el secretario, Pablo Aure, por considerar que se está limitando el avance de los estudiantes.
La aprobación se hizo por iniciativa de los siete decanos. No obstante el secretario salvó su voto por estar convencido de que aún se puede avanzar más en relación a salvaguardar a la universidad y defender el país.
Sostuvo que la alternativa de acompañamiento académico de carácter formativo, es la oportunidad de mantener las puertas de la universidad abierta, y posibilitar en cierta medida la permanencia de los estudiantes en las facultades, aunque sea en la distancia.
“Y la celebro porque es una voz que nos habla de posibilidades en medio de este estado de conmoción, en el que todos vivimos”.
Aure expresó que la presencia del docente que atiende al alumno en un foro, en un correo o en un chat, es la garantía de que pronto se regresará la presencialidad.
Apuntó que es obligación de la UC garantizar la prosecución de los estudios, la promoción al semestre o año siguiente, lo que finalmente conllevará a la culminación académica.
El CU exhortó a las facultades a realizar un acompañamiento académico de carácter formativo, en las circunstancias actuales que permitan posteriormente reprogramar y ajustar hasta retomar la normalidad, logrando así la prosecución de los estudios universitarios.
Ante esto el secretario sostiene que, retornar a la normalidad lo ve en un futuro lejano y de esta manera la prosecución de los estudios universitarios queda atada a la incertidumbre del regreso a las aulas y a la presencialidad, donde finalmente el carácter sumativo de las evaluaciones, permita entonces a los estudiantes que resistieron, la promoción al semestre o año siguiente.
Estima que es preocupante, porque la actividad académica, bajo esta propuesta, dependería del regreso de la normalidad. A su modo de ver, una normalidad inexistente en la UC mucha antes de la pandemia.
Refirió que ya muchos trabajadores no podían asistir al campus en el horario normal, ni tampoco todos los días, entre otras cosas porque el salario no les alcanza ni siquiera para para el transporte.
“En fin, la universidad y el país se había tornado irregular e invivible antes de la pandemia, y si a eso le sumamos, que de acuerdo a los entendidos en el asunto epidemiológico y virológico, la actividad educativa sería la última en reincorporarse a sus labores normales. Me refiero a la presencialidad”.
Pablo Aure considera que la propuesta aprobada, condena a los estudiantes a un parálisis mayor a la que impone la naturaleza, ya que la UC no estaría ofreciendo algo distinto.
Subraya que hay cátedras o asignaturas que pudieran garantizar la prosecución de los estudios a distancia. Aunque está consciente que hay otras donde la presencia del bachiller y del docente en las aulas son indispensables. Pero en su opinión, eso lo debería decidir cada consejo de facultad.
