Ellos necesitan a las enfermeras. Los pacientes renales de la Unidad de Diálisis Valencia Sur, ubicada en la avenida Las Ferias, temen quedarse sin el personal para cumplir con los tratamientos que los mantienen con vida. La precariedad de sus salarios aumenta este riesgo, por lo que cada mes reúnen el dinero que pueden para dárselo y así compensar esos sueldos.
Pero no es suficiente. Con mucho esfuerzo lograr sumar entre 30 y 40 dólares que deben repartir entre 16 personas. Las consecuencias las sienten directamente quienes dependen de las diálisis ante el ausentismo del personal de enfermería.
José Luis De Alessandro necesita este tratamiento tres veces a la semana. Y sabe que el salario de quienes cumplen labores asistenciales y administrativas en esa unidad, no se corresponde con la realidad económica del país.
“Nadie quiere trabajar por tres dólares mensuales, y a nosotros como pacientes se nos hace cada vez más difícil ayudarlos por nuestras condiciones… Y para ellos tampoco es fácil, cómo trabajan y cómo viven sin incentivos”.
Cada vez menos ayuda
Por varios meses, los pacientes renales de esta unidad al sur de Valencia se ponían de acuerdo para armar bolsas de comida y así colaborar con estas 16 personas que reciben sueldos precarios. Pero pudieron hacerlo septiembre.
La situación de quienes necesitan ser dializados y de sus familiares no es la mejor y la mayoría no pudo dar más comida.
“Entonces comenzamos a pedir un dólar por paciente, pero no todos pueden”. Ellos son 120 enfermos con patologías renales, pero solo un tercio da su aporte económico al mes.
Estos pacientes han luchado por mantener sus tratamientos. En varias oportunidades han protestado por falta de agua para las diálisis, de aire acondicionado, y hasta de recolección de desechos contaminantes. Actualmente piden que el personal reciba una remuneración digna y que se regularice la llegada de medicamentos que sigue fallando.
