Ellos no aguantan más. Los pacientes renales de la Unidad de Diálisis Valencia Sur, ubicada en Santa Rosa, se desconectaron de las máquinas antes de culminar el tratamiento que los mantiene con vida, porque se descompensaron por falta de aire acondicionado.
El calor en el lugar es tan insoportable que provoca que se les baje la tensión mientras están acostados en las camillas durante el proceso de la depuración de las toxinas que su cuerpo no elimina de forma natural, y que debería durar cuatro horas, pero este viernes solo aguantaron dos horas y media.
Las consecuencias se evidencian directamente en el deterioro de la salud de los más de 350 pacientes que se dializan en ese centro que depende del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS)
Mary Trozel tiene ocho años acompañando a su esposo a realizarse el tratamiento de diálisis en el lugar. Ella aseguró que desde hace tres años comenzaron las fallas al dañarse dos de los tres aires acondicionados que había.
Se ayudaban con ventiladores para que el ambiente se mantuviera fresco, pero hace un mes se dañó el aire que quedaba y el drama se agudizó. “Esto ha ocasionado infecciones en catéteres y fístulas por la proliferación de bacterias y microbios, para eso se necesita que la sala esté fría, y como se mantienen las puertas abiertas es peor porque todo pasa libremente a dónde están los pacientes”.
Pacientes y proveedores
Hace un par de días, familiares y pacientes de la diálisis reunieron cuatro dólares para comprar un repuesto para el aire acondicionado y lo instalaron, pero este viernes volvió a dañarse.
A ellos no les quedó más opción que usar pedazos de cartón para echarse aire hasta que ya no aguantaron más y decidieron desconectarse de las diálisis antes de descompensarse.
José Luis De Alessandro es uno de los pacientes renales que se hace tratamiento en esa unidad. Aseguró que están buscando la manera de que un técnico revise el aire acondicionado, pero no cuentan con los recursos para pagar por el servicio ni por otro repuesto.
Trozel resaltó que desde el IVSS les prometieron que solventarían esta crisis, pero no lo han hecho y ellos hacen un llamado de auxilio porque temen que los pacientes fallezcan al tener sus tratamientos incompletos o por otros problemas asociados a la falta de aire acondicionado.
Diálisis interrumpida por apagones
Los problemas para los pacientes renales se multiplican. En la unidad de diálisis ubicada en la avenida Lara de Valencia las constantes fallas eléctricas han provocado la suspensión del tratamiento en varias oportunidades.
El jueves 5 de mayo recibieron en el lugar a los del turno del día anterior que no pudieron dializarse como consecuencia de un apagón, y en medio del procedimiento se quedaron sin servicio nuevamente.
“Ya venían con un atraso en la diálisis y no podían esperar un día más”, relató Rafael Aguilar, familiar de uno de los pacientes afectados y de los que se unió al grupo para cerrar la avenida Lara en protesta por esta situación.
Funcionarios de la Policía de Carabobo les dijeron que no podían seguir con esa acción porque en el país existe el libre tránsito, “pero a ellos se le violenta su derecho a la salud a nadie hace nada”.
Esta es la segunda vez en menos de un mes que los pacientes renales protestan de esa manera. La primera ocasión fue el 25 de abril y lo hicieron por las mismas razones. “Esto es muy grave, un paciente se puede quedar en el camino”.
