Paradura del Niño

La búsqueda del Niño consiste en la organización de un cortejo integrado por niños y niñas vestidos de pastorcitos, Virgen María, San José, Reyes Magos, ángeles, doctores y policías

De acuerdo con los registros asociados, La Paradura del Niño, declarados Bien de Interés Cultural por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), según Providencia Administrativa N° 003/05 del 20-02-2005, publicada en la Gaceta Oficial N° 38.234 del 22-05-2005 y redefinidos en categorías y subcategorías patrimoniales mediante el Sistema RPC-Venezuela, según Providencia Administrativa N° 025/13 del 02-08-2013, publicada en la Gaceta Oficial N° 40.230 del 16-08-2013.

Los estados Táchira, Mérida y Trujillo celebran con motivo que, el Niño Jesús simbólicamente, ya está en capacidad de andar, en la fecha de celebración entre el 24 de diciembre y el 2 de febrero.

Conforme al Atlas de tradiciones venezolanas de la Fundación Bigott, esta celebración de carácter ritual, propia de la región andina, se manifiesta mediante una hermosa ceremonia familiar que comienza con la construcción del pesebre en cada hogar y que, luego entre ritos y cantos devocionales concluye simbólicamente, colocando de pie la imagen del Niño Jesús. Su realización permite, el pago de las promesas ofrecidas al Niño Dios, en tanto se fortalecen vínculos espirituales y humanos entre miembros de la familia y vecinos, y se reafirma el sentido de pertenencia grupal. Pasados los días de diciembre en los que se ha festejado el Nacimiento de Jesús, cada devoto establece una fecha para realizar su Paradura del Niño.

El día de la celebración, los concurrentes se agrupan frente al pesebre en la casa de algún devoto, donde un grupo de músicos, cantantes y rezanderos conducen la celebración. Con antelación, los dueños de la casa designan a una o hasta cuatro parejas de padrinos del Niño, quienes dan inicio a la ceremonia, repartiendo las velas que se llevarán encendidas durante la procesión. Los cantores dirigen la Paradura entonando coplas alusivas a la ceremonia. Los padrinos se dirigen al pesebre y toman la imagen, colocándola sobre un pañuelo de seda. Cada uno de ellos toma una punta del pañuelo y se inicia entonces, la Procesión o Paseo del Niño alrededor de la vivienda o por el patio de la misma.

En el estado Trujillo, este ritual se conoce como Serenada del Niño, y los creyentes participan en el, con rezos y coplas alusivas al acto. Este paseo tiene como objetivo, lograr que el recién nacido bendiga y proteja el bienestar familiar y asegure la prosperidad de las tierras en los campos. Al terminar el paseo, la procesión regresa al pesebre frente al cual se realiza el Beso del Niño, acto en el cual, los presentes se arrodillan para besar la figura de Jesús. Seguidamente, el dueño de la casa hace la Parada o Paradura, colocando de pie la imagen del Niño, en medio de cantos que celebran el acto; se entonan versos pidiendo a Dios, por la salud, protección y fortuna de los presentes, durante el nuevo año. Para finalizar, se hace un brindis en el cual tradicionalmente se ofrece bizcochuelo o mantecada, vino y miche. Después el rezandero, conduce el rosario, finalizando toda la secuencia con décimas y romances alusivos a la devoción.

Robo y búsqueda del Niño: En algunos lugares, la Paradura va precedida de una acción conocida como Robo del Niño, que consiste, en que una persona de confianza tome la imagen del pesebre de un vecino y la lleve a otra casa. Este acto, es el pretexto para que luego ocurra la acción teatral de buscar al Niño. El robo tiene un carácter lúdico, pero puede efectuarse como pago a una promesa realizada durante el año, adquiriendo así un sentido sagrado. Se puede anunciar por vía verbal, por medio del disparo de un cohete o mediante una carta enviada a los dueños de la imagen, pasados los tres días, de haber ocurrido el hecho. Los dueños del Niño, deben responder la carta para concretar la fecha y los detalles de la búsqueda.

La búsqueda del Niño consiste en la organización de un cortejo integrado por niños y niñas vestidos de pastorcitos, Virgen María, San José, Reyes Magos, ángeles, doctores y policías. En Boconó, además de los músicos y cantores, hay otros personajes como el Viejo, la Vieja y el Bobo, que también acompañan la procesión. El cortejo inicia con la búsqueda desde la casa donde ocurrió el robo, hasta aquella en la cual, los ladrones depositaron la figura.

Durante el recorrido, se realizan varias posadas o preguntas en diferentes casas, solicitando al niño. Uno de los cantores o pastores pregunta en forma hablada o cantada, por el paradero del pequeño Jesús y entabla un breve diálogo, con los dueños de cada casa. En la última casa, finalmente, se halla al Niño y los ladrones son apresados con cuerdas. Mientras la imagen no aparece, se celebran los Velorios del Niño Perdido, y una vez que la encuentran, una procesión realiza el Retorno del Niño, regresando con la figura a su sitio de origen, en medio de pólvora y alegres cantos. Los supuestos ladrones, marcharán al final de la comitiva que celebra con bebidas y comidas especialmente preparadas.

Mientras se da inicio a los actos devocionales, el conjunto musical interpreta villancicos, aguinaldos y romances, para luego continuar con las décimas, rosarios y coplas al Niño. Los instrumentos más comunes en esta celebración, son el violín, el cuatro y la guitarra.

En cuanto al vestuario, en algunas poblaciones se ha perdido la costumbre de hacer la representación en vivo de este acto, y los devotos van trajeados cotidianamente. Sin embargo, hay lugares en donde, por tradición, intervienen también personas preferiblemente niños, que representan al Niño Jesús, la Virgen María, San José, ángeles y pastores, vestidos como tales según sus posibilidades.

La significación social de La Paradura, Robo y Búsqueda del Niño, es una manifestación tradicional, realizada en un ambiente familiar y con rasgos profundamente teatrales, cuyos temas se relacionan con escenas conocidas de los primeros años de la vida de Jesucristo, representando estos actos, descendientes lejanos de los autos sacramentales medioevales, los devotos buscan atraer buenos augurios, pagar promesas y sembrar esperanzas en sus hogares.

¡Preservemos y salvaguardemos La Paradura del Niño: Patrimonio Cultural de Venezuela!

 

Únete a nuestros canales en Telegram y Whatsapp. También puedes hacer de El Carabobeño tu fuente en Google Noticias.

Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente la posición de El Carabobeño sobre el tema en cuestión.

Newsletters

Recibe lo mejor de El Carabobeño en forma de boletines informativos y de análisis en tu correo electrónico.

Paradura del Niño

Gabriel Gómez

Activa las notificaciones Lo pensaré