El exlíder paramilitar ítalo-colombiano Salvatore Mancuso, acusado de sembrar terror con sus matanzas en Colombia, podrá vivir «libremente» en Italia, donde «no le reclama» la justicia, aseguró este miércoles a la AFP el procurador antimafia Nicola Gratteri.

Mancuso, de 56 años, uno de los máximos líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una organización de ultraderecha considerada terrorista por Estados Unidos y que se desmovilizó en 2006 durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), debería llegar a Italia en los próximos días, según el diario Il Corriere della Sera.

«Llega a Italia como una persona libre, la justicia no lo reclama», subrayó Gratteri, entre los mayores expertos en el tráfico internacional de cocaína y conocido por su lucha contra la mafia calabresa, poderosa organización criminal especializada en el tráfico de droga y con fuertes conexiones con Colombia.

Pidió deportación a Italia

El otrora jefe paramilitar, nacido en Colombia de padre italiano y madre colombiana, cumplió una pena por narcotráfico en una cárcel norteamericana, tras lo que pidió su deportación a Italia, según fuentes de su defensa.

«Italia no lo está protegiendo. Cumple simplemente a la letra con el código y los tratados internacionales, como siempre lo ha hecho», explicó Gratteri, procurador de Catanzaro, en Calabria, sur de Italia.

La defensa de Mancuso pidió su deportación a Italia, alegando que ha estado ilegalmente en territorio estadounidense por más de 90 días luego de cumplir la condena.

Salvatore Mancuso, conocido como «El Mono», y unos 30.000 miembros de esos escuadrones de ultraderecha se sometieron a un sistema especial de justicia acordado en ese entonces que prevé un máximo de ocho años de cárcel, a cambio del desarme y la confesión de crímenes.

En Estados Unidos se declaró culpable de narcotráfico. Se le condenó a 15 años y ocho meses de prisión, aunque obtuvo una reducción de la pena por buena conducta.

Desde que Mancuso fue extraditado en 2008 a Estados Unidos, las víctimas en Colombia temen que sus crímenes queden en la impunidad y exigen su regreso para que esclarezca los múltiples y atroces delitos de los paramilitares, así como los vínculos de esos grupos con políticos y empresarios.

Alarma en Italia y Colombia

El tema suscita fuertes polémicas en Colombia y despierta alarma en Italia, donde existe la llamada «Ndrina Mancuso», una rama de la familia, considerada entre los clanes mafiosos más poderosos y temidos de Italia.

«Es en Colombia donde debería ser juzgado», comentó el procurador antimafia, quien lleva años investigando las conexiones entre las mafias colombianas y calabresas para el tráfico de cocaína.

Fuentes del ministerio de Justicia italiano confirmaron que entre Colombia e Italia existe un acuerdo de extradición ratificado, por lo que Mancuso podría terminar en Colombia.

Según fuentes diplomáticas colombianas, el tratado aún no está ratificado por el congreso de ese país, por lo que se estudia hacerlo con un trámite urgente.

Gratteri, que vive escoltado desde 1989, dio un duro golpe en diciembre pasado a la organización mafiosa tras arrestar a 334 personas, entre las que figuraban políticos y empresarios.

La operación, en la que han participado 2 mil 500 carabineros, se centró en el clan Mancuso di Limbadi, con mayor penetración en el sistema institucional italiano.

El fiscal recibió recientemente una carta con nuevas amenazas de muerte por parte del clan calabrés de la familia Mancuso, según denunció en junio el diario Il Fatto Quotidiano.

© Agence France-Presse




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