Habitantes del barrio El Consejo y sus alrededores están muy tristes. Este viernes falleció el padre Bruno Masiero, párroco de San Juan Bosco, con síntomas asociados a la COVID-19.
El padre Bruno supo ganarse el cariño de esas comunidades porque estuvo dispuesto a ayudarlas, con consejos, con buenas acciones y llevándoles la palabra de Dios.
Cuando comenzaron a presentarse casos de COVID-19 en estos barrios del sur de Valencia, el sacerdote solo tenía que enterarse, para comenzar a tratar de conseguir medicamentos para ayudar a los enfermos.
Nació en Italia, pero desde joven estaba en Venezuela, como parte de la congregación de salesianos. El pasado 3 de abril celebró sus 50 años de sacerdocio, por lo que estaba muy contento.
Los viacrucis que organizaba en el sur de Valencia, en Semana Santa eran populares por la gran cantidad de personas que concentraba, aunque este año el pasado, nno pudo realizarlos por la pandemia.
Una vez que le comenzaron los síntomas del COVID-19 fue ingresado a un centro de salud privado del norte de Valencia. Su feligresía tenía esperanzas de que pronto le dieran de alta, pues había presentado cierta mejoría. Sin embargo la saturación de oxígeno le bajó mucho este viernes y lamentablemente murió.
OTRO SACERDOTE
En Caracas también falleció este viernes el padre Luis Verdecchia, otro sacerdote salesiano, quien además era sicólogo, educador y de amplia experiencia como orientador en diversas instituciones educativas.
Según un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, desde la llegada de la pandemia al país en marzo del 2020 y hasta abril de este año han contabilizado 201 contagios entre los 2.002 sacerdotes del país, lo que representa 10% del clero. «Se han registrado 24 fallecimientos de sacerdotes, es decir, 11,9% de los contagiados y 1,2% del total de presbíteros en el país».
