China denunció el viernes una «opresión» y una «manipulación» políticas, tras la retirada de la licencia de su canal de televisión CGTN en el Reino Unido.
El regulador británico de los medios de comunicación anunció el jueves la pérdida de esta licencia, explicando que el derecho de emisión se había concedido inicialmente a otra sociedad que en realidad «no ejerce ninguna responsabilidad editorial sobre el contenido difundido por CGTN».
No era posible solicitar la transferencia de esta licencia a la entidad que controlaba realmente la cadena, ya que «está controlada por el Partido Comunista Chino», explicó el regulador.
El portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, informó a la prensa el viernes que Pekín se opone a esta decisión.
«Por un lado, el Reino Unido se jacta de su libertad de prensa, pero por otro desprecia los hechos y bloquea las emisiones de CGTN», protestó el portavoz.
Doble rasero británico
«Es un ejemplo flagrante del doble rasero y de opresión política», añadió, pidiendo a Londres que «ponga fin de inmediato a esta manipulación política y corrija sus errores».
La red china de televisión denunció desde el jueves un procedimiento «debido a las manipulaciones de grupos de extrema derecha y de fuerzas antichinas».
Sin hacer referencia directa a este asunto, la diplomacia china también atacó a la BBC el jueves por la noche, acusando a la cadena británica de haber dado muestras de un «sesgo ideológico» a finales de enero en un video sobre el coronavirus en China.
Pekín exigió disculpas al grupo audiovisual público y amenazó con «tomar medidas adicionales».
La BBC tiene una oficina en Pekín que cuenta con menos de una decena de periodistas expatriados.
La emisora británica rechazó en bloque las acusaciones «infundadas», asegurando que había informado «exacta y equitativamente» sobre los acontecimientos en China.
© Agence France-Presse