Embrcaciones en Güiria. Foto cortesía Cronica.uno

En Güiria, capital del municipio Valdez del estado Sucre, pese a que el pasado mes de agosto el gobierno regional anunció la activación de una ruta marítima entre Venezuela y Trinidad y Tobago, residentes sostienen que la salida ilegal de embarcaciones hacia la vecina isla caribeña, aún persiste desde esa zona.

Más que fomentar el traslado de pasajeros hacia Trinidad y Tobago, la ruta sirve más para los venezolanos que retornan al país y especialmente para las autoridades de migración trinitarias que deportan a quienes llegan de manera ilegal a la isla.

Las exigencias de visa por parte de las autoridades trinitarias limitan la migración de venezolanos que buscan mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias, por ello estos ven como mejor opción seguir tratando de llegar al vecino país, a través de embarcaciones ilegales.

Obtener la visa no es fácil, es muy duro lograr que la Embajada de Trinidad al menos responda el teléfono”, declaró el venezolano José Acuña, habitante de Güiria.

Acuña sostiene que pese a los controles y las restricciones en la zona costera, las salidas ilegales de embarcaciones se mantienen. “La gente se va a riesgo de que lo metan preso al llegar allá y uno quiere trabajar, no andar escondido”.

El güireño no pierde la esperanza de obtener una respuesta del gobierno trinitario a su requerimiento para viajar legalmente. Las necesidades económicas de la población no esperan y por ello se arriesgan a pagar 150$ para viajar en lanchas clandestinas.

La gente sigue arriesgándose. La semana pasada supimos que se fue un grupo en un bote clandestino y cuando llegaron allá -a Trinidad- los detuvieron. Ahora esperan que llegue la lancha para devolverlos, como ocurrió con otras personas que deportaron esa misma semana”, explicó María Ramírez, quien prefirió no revelar su verdadera identidad por cuestiones de seguridad.

Para Ramírez, quienes viajan no toman en cuenta las restricciones legales porque histórica y culturalmente, han visto la cercanía de la isla como si se tratara de otra jurisdicción sucrense.

“Hay personas que las autoridades los agarran en pleno viaje, los meten presos, los deportan y vuelven a viajar ilegalmente”, dijo la informante.

La población busca oportunidades para sobrevivir a la emergencia humanitaria compleja que golpea sobremanera al estado Sucre.

En medio de todas las carencias, el dolor de las familias ha aumentado ante la indiferencia de las autoridades nacionales y trinitarias, que no han ahondado en las investigaciones en torno a los cuatro naufragios registrados desde 2019, así como la muerte y desaparición de un centenar de personas, entre las costas sucrenses y aguas internacionales.

El 23 de abril de ese año ocurrió el naufragio de la embarcación “Jhonaily José”, de la que solo rescataron a nueve de las 38 personas que iban a bordo.

La segunda lancha que naufragó fue “Ana María”, que derivó en la desaparición de 33 tripulantes, hecho ocurrido el 16 de mayo de 2019.

Otro caso fue el confirmado el 6 de diciembre de 2020, cuando fue denunciada la desaparición de los botes “Mi Recuerdo” y “Mi Refugio”, que zarparon desde Güiria con 41 personas.

Mientras el misterio rodea la desaparición de 10 personas a bordo de la embarcación “amiyah”, que zarpó desde Trinidad hacia Güiria, y que este mes de septiembre cumple 10  meses desde la tragedia ocurrida el 23 de diciembre de 2021, en medio de la festividad navideña.

Poca información

Frente a ese panorama, los güireños indicaron que tienen poca información sobre los costos y operatividad de la ruta marítima que ya había operado anteriormente y que cuenta con el respaldo oficial.

Esperan que el servicio se mantenga en el tiempo para dinamizar la economía de la población que se encuentra muy deprimida.

Güiria
Varios casos de los naufragios de Güiria continúan sin resolverse. Foto: Cortesía

El 28 de agosto de 2022, se registró la primera entrada al puerto de Güiria con 57 venezolanos que retornaron desde Trinidad a bordo de la embarcación Trini Flyer, y a la 1:00 pm salieron cinco pasajeros hacia la isla.

La idea es que todos los connacionales que se fueron en busca de oportunidades y tienen una situación muy dura, porque en todas partes hay problemas y en Trinidad la xenofobia es grande; puedan regresar a su país de manera segura, para evitar otro naufragio”, declaró Miguela López, representante de Trini Flyer y gerente de comercio exterior de la empresa Importaciones y Exportaciones Güiria.

Precisó que desde Güiria los boletos cuestan 375 dólares (ida y vuelta), pues el retorno es válido por seis meses.

Aunque el anuncio oficial da cuenta de la salida de una embarcación, habitantes de Güiria aseguran que también está operativa la embarcación “Chiquinquirá”, a través de los convenios con empresas privadas, pero ninguna cuenta con casillas para la venta de boletos en el puerto de Güiria.

Los requisitos para viajar en ambas embarcaciones incluyen el pasaporte, la mencionada visa y tarjeta de vacunación o prueba PCR negativa con más de 48 horas de antelación al zarpe.

Además, cada pasajero puede llevar 25 kilos de equipaje y deberá pagar 1.5 dólares por cada kilo excedente. Mientras que los más pequeños y los adolescentes, deben contar con los permisos establecidos en la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente (Lopnna).

Aunque fue anunciada una salida cada 15 días, la empresa estima elevar los viajes a una vez por semana.

El próximo zarpe de la embarcación Trini Flayer está previsto para el 28 de septiembre, a la 1:00 pm por el muelle de Güiria y dependiendo de las condiciones marítimas, el recorrido puede prolongarse entre 45 minutos o una hora y media.

Desde Trinidad el precio del pasaje es de 215 dólares. Los venezolanos solo deberán presentar su cédula, superar las verificaciones legales del Consulado y el sistema policial internacional, como medidas de seguridad.

La  empresa estima que al menos 43 personas retornarán en el próximo viaje programado.

Fortalecimiento comercial

El anuncio oficial daba cuenta que la embarcación Trini Flyer tiene capacidad para 57 pasajeros y servirá para “fortalecer las relaciones diplomáticas de paz entre la isla y Venezuela”.

El gobernador de Sucre, Gilberto Pinto, también destacó que la ruta servirá para realizar encomiendas y exportar productos autóctonos de la entidad.

La representante de la empresa operadora, indicó que una vez que se amplía la capacidad de carga de productos, la posibilidad de viaje se reduce a 12 pasajeros en la zona VIP.

Hasta el momento, han cargado productos como jengibre mano de tigre, cambur, pulpa de fruta envasada (en presentaciones de un kilo y 900 gramos), madera, escobas y sillas plásticas pero progresivamente, estiman ampliar la oferta.

La empresa cuenta con más de 57 permisos que nos permiten cargar incluso animales, porque sabemos que la capacidad de producción trinitaria es limitada. Allá no cuentan con tierra fértil”, dijo López.

Debido a la emergencia humanitaria compleja fue abierta desde Trinidad hacia Güiria la posibilidad de enviar encomiendas a Venezuela a un precio de 15 tití (TTD), por cada kilo.

Costo operativo

Las exigencias para permitir la salida de embarcaciones en el Puerto de Güiria también han aumentado. Los requisitos contemplan que cada lancha cuente con AIS, un dispositivo GPS que permita al Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (INEA), conocer la ubicación.

”El costo operativo es muy alto. Además, toda embarcación que sale requiere una inspección antidrogas realizada por un buzo registrado ante el INEA y facultado por la unidad antidrogas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ese servicio tiene un costo que varía entre 2500 y 3500 dólares que debemos cumplir”, indicó la representante de la empresa Trini Flyer, Miguela López.

Pinto informó que el servicio será expandido con la construcción de una nueva embarcación tipo ferry con capacidad para 112 pasajeros, como parte del proyecto de Transporte Acuático de Pasajeros (TAP), diseñado por la Gran Misión Transporte Venezuela. No precisó la fecha en que sería puesta en servicio.

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