Foto cortesía Crónica.uno

En consideración del presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta, José Antonio Narváez, los anuncios sobre los estragos que está causando la nueva cepa ómicron en países de Europa, ha encendido las alarmas en el sector salud de la isla de Margarita, ya que la flexibilización decretada por el gobierno de Nicolás Maduro, no ha venido acompañada por la intensificación de las medidas de bioseguridad en los puertos y el aeropuerto Santiago Mariño.

Ya Maduro reconoció el 23 de diciembre que esta variante del virus ya había llegado a Venezuela y cuyos portadores se ubicaron en Caracas, Miranda y Lara. Todas estas personas venían del exterior y regresaron al país.

El gremialista enfatizó que tal situación en los países del primer mundo llama a las autoridades sanitarias y especialmente a las del Ministerio para la Salud, a tomar con seriedad la situación y en especial en la isla de Margarita, donde precisamente por la flexibilización se viene registrando una movilización tanto desde el resto del país como del extranjero, por las fiestas navideñas.

Narváez advirtió que la amenaza cierta es que en cualquier momento pueda introducirse la nueva cepa del coronavirus a Margarita y de allí hasta Coche y Cubagua, dado que se ha relajado el confinamiento por la temporada decembrina.

Dejó en claro su desacuerdo con el ingreso de turistas, enfatizó que es perentorio y urgente que las autoridades tanto del Ministerio para la Salud como del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, se ocupen de la situación caótica y el colapso de las red hospitalaria y ambulatoria de las islas de Margarita y Coche.

En la isla existe una situación muy especial y es que el hospital central Luis Ortega, principal centro asistencial y centinela de la región, es administrado por el Seguro Social, y se encuentra totalmente colapsado», alertó Narváez.

Tres años sin inversión

El presidente del gremio médico lamentó que, en los últimos tres años, desde que inició la crisis hospitalaria en Margarita, los organismos rectores no hayan realizado inversiones de envergadura en ese sector, para tratar de mejorar la situación en los hospitales, principalmente en los designados como centinelas para atender los pacientes contagiados con COVID-19.

Ratificó que el personal de primera, segunda y tercera línea de atención a pacientes con coronavirus, sigue sin recibir los materiales médicos ni de bioseguridad, lo que pone en evidencia la falta de seriedad del gobierno central ni antes, durante ni después de la primera ola de COVID- 19 en el país.

El gobierno nacional no se ha ocupado de atender los requerimientos de ese personal, muchos de los cuales ha fallecido por no tener la protección esencial», subrayó el dirigente gremial.

Urgió a los entes gubernamentales a realizar las inversiones que se necesitan para recuperar no solamente la infraestructura física sino también los equipos y el personal médico, de enfermería, paramédico y todos los necesarios para mejorar la atención médico asistencial.

Personal sigue migrando

Igualmente, Narváez denunció que, por ejemplo, el hospital central sigue con la falta de médicos internistas e intensivistas para atender a ese tipo de pacientes que inevitablemente van a llegar de un momento a otro a los centros centinelas.

Además, reiteró la necesidad que las autoridades intensifiquen los controles de ingreso tanto en el aeropuerto Santiago Mariño que sirve a la isla de Margarita, como en los terminales marítimos entre Anzoátegui y Sucre, que se conectan con los de Margarita.

Dijo que con la flexibilización se han relajado también los controles de acceso e incluso, en los establecimientos comerciales, en los que han dejado de lado la aplicación de sustancias antibacteriales al momento que las personas ingresan y solamente exigen el uso del tapabocas.

«Nos preocupa sobremanera ver gente por las calles y sitios más concurridos de Margarita, sobre todo en el centro de Porlamar, sin mascarillas y no hay quien le ponga el cascabel al gato», alertó.

De brazos caídos

El presidente del Colegio de Profesionales en Enfermería de la entidad, Joel Graterol, expresó preocupación extrema por la indiferencia  de las autoridades sanitarias ante los insistentes reclamos de dotación de materiales de bioseguridad e insumos médico-quirúrgico.

Indicó que les preocupa que equipos como los de radio diagnóstico, el de resonancia magnética no estén funcionando, pero además el de Rayos X funciona de forma intermitente.

Graterol subrayó que es preocupante cuando un trabajador de la salud cae enfermo y está atendiendo pacientes con coronavirus, por cuanto no dispone de las condiciones económicas para cubrir el tratamiento. No le queda opción que acudir a la ayuda humanitaria, lo que retrasa el proceso de recuperación y pone en riesgo su vida.

Además, de no tener las posibilidades de cubrir sus tratamientos, está el sufrimiento de sus familiares que ven con impotencia no poder cooperar para su recuperación, pero que además sufren el riesgo de contagiarse», acotó.

Ante tales circunstancias, el presidente del gremio de la Enfermería emplazó a las autoridades sanitarias para que, como patronos, garanticen de forma oportuna y continua los equipos de protección, además de los medicamentos esenciales para que ese personal pueda cubrir el tratamiento integral.

Sin laboratorios

También los profesionales del bioanálisis se encuentran alarmados por las pocas o casi nulas posibilidades de ayudar a los pacientes contagiados con COVID-19 e incluso, otras patologías.

Carmen Figueroa, presidente del Colegio de Bioanalistas de Nueva Esparta, confirmó que de 17 laboratorios clínicos del área pública que existen en la entidad, solamente funciona a medias el que se encuentra en el hospital Agustín Rafael Hernández ubicado en Juan Griego.

No obstante, no cuenta con reactivos para pruebas especializadas, por lo que los mismos pacientes o sus familiares, deben encarar los gastos de las pruebas que les soliciten en los hospitales durante el tratamiento.

La dirigente gremial subrayó que los reclamos reiterados, incluso con protestas en las calles por parte de ese personal, han sido ignorados por las autoridades sanitarias del país.

«El personal asiste solamente a cumplir con los horarios, pero la mística les permite hacer algunas sugerencias a los familiares y pacientes, para evitarles gastos innecesarios», apuntó Figueroa.

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