El plantón es la forma de decir que las personas se plantan en el suelo de un sitio público -mercado, calle, frente a un edificio de un ministerio o cualquier otro lugar céntrico- para ser vistas por los órganos del poder público cuando sus planteamientos no han sido atendidos debidamente, explica el profesor Pedro Pablo Alcántara, exdiputado de la Asamblea Nacional y miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular. Es una forma de visibilizar el descontento popular.
Este modo de protestar pacíficamente surgió en Indonesia y luego se fue extendiendo a otros países. Este tipo de concentración de varias horas, generalmente, tiene como objetivo producir un sacudón a quien va dirigido. Y se corresponde al derecho de petición, que tuvo su origen cuando la gente se dio cuenta, a fines de la edad media, que el rey tenía que atender sus necesidades, porque en esa época una persona valía menos que un buey o un asno, motivo por el cual el monarca no tenía ningún tipo de consideración a sus vasallos, ya que además de ejercer el poder, era el legislador y el que impartía justicia. Pero, una vez que se implantaron los tres poderes clásicos en el mundo: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los seres humanos han venido adquiriendo cada vez mayores derechos. De aquel lejano tiempo cuando comienza a plantearse el derecho de petición es cuando se empieza a tomar conciencia de que el Gobierno no depende de un sujeto sino de la población y se va concibiendo una sociedad democrática, que es la que escoge a sus mandatarios y los repudia cuando fracasan en sus gestiones. La efectividad del plantón está en que haya cada vez mayor solidaridad para que la manifestación se haga sentir. Y eso es lo que se busca en el día de hoy con este plantón nacional.
El Impulso
