(Foto referencial)

Un tiro certero en la frente presentó el cadáver de Freddy Alberto Ñañez Chávez (29), producto de un supuesto enfrentamiento con funcionarios del Policía Nacional Bolivariana (PNB), el pasado miércoles 14 en la avenida Sanz de El Marqués. En el hecho también murió su novia, con quien se trasladó desde Barlovento a pasar el día de los enamorados en un hotel de Caracas.

Ñañez vivía en San Vicente, Mamporal, región de Barlovento, dejó esposa y dos hijos, de 11 y seis años.

Ese día visitó a su padre en Altamira y se retiró a las 11 de la mañana. A partir de entonces perdieron todo contacto con él y con la novia. Ambos celulares estaban apagados.

En vista que no regresó a su casa comenzaron a buscarlo. El jueves 15 de febrero su padre fue a la morgue y le dijeron que no estaba allí. Freddy Ñáñez tenía una característica muy especial, le faltaba el dedo índice de la mano derecha, que perdió cuando lo asaltaron hace tres años, para robarle la moto en Mamporal, y el asaltante le dio un escopetazo. Freddy Ñáñez conocía a su victimario, y un año después lo buscó y lo mató.

Desde entonces vivía como un fugitivo, mudándose de un lado a otro, pagando extorsión para no ser capturado, mientras la policía allanaba las casas de sus familiares y golpeaba hasta a las mujeres, buscando a Ñáñez.

Era carpintero, trabajaba cuando tenía tiempo, porque siempre lo buscaba la policía.

El miércoles 14 de febrero la PNB informó que lo habían abatido en un enfrentamiento, que andaba en una moto, formaba parte de una peligrosa banda de secuestradores, buscado por un quíntuple homicidio y también en el crimen de un policía en Higuerote, estado Miranda.

Cuando Ñáñez salió de visitar a su padre andaba a pie.

Los familiares se distribuyeron para buscarlo en las morgues y hospitales. El domingo 18 de febrero su hermano lo encontró en la morgue. Le dijeron que había sido ingresado el miércoles a las 11:00 p.m..

Ayer no les habían entregado el cuerpo, expresó Freddy Ñáñez, padre de la víctima. Además, manifestó que le dijeron “te lo vamos a entregar podrido” y lo están cumpliendo, no sé si podré velarlo aunque sea media hora, o tendré que llevarlo directo al cementerio.

El padre de la víctima expresó que ayer fueron a la casa y agredieron a varias mujeres, delante de los niños. A una de ellas le partieron el tabique nasal con una silla. De qué manera entenderán que no somos responsables de lo que hagan nuestros hijos




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