Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Todo el poder centralizado en Caracas obstaculiza la gestión en las regiones. Eso le quedó claro a Héctor Breña durante su experiencia en la secretaria de Economía y Producción con Francisco Ameliach. Por eso, como vicepresidente nacional de Podemos le planteará al candidato oficialista a la Gobernación de Carabobo, Rafael Lacava, que trabaje por la implementación de un estado federal que permita tomar decisiones sin espera por la firma o autorización desde algún ministerio.
“Es ridículo tener que pedir permiso a algún funcionario en la capital del país para cambiar unos bombillos en la autopista Valencia-Puerto Cabello”. La propuesta es que el aspirante por el Gran Polo Patriótico (GPP) a ocupar Capitolio, apoye la iniciativa que Breña presentará ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para que la nueva Carta Magna se base en un federalismo real en su estructura organizativa.
Las 11 Constituciones que se han redactado y aprobado en Venezuela establecen que es un estado federal. “Pero al analizar su articulado nos damos cuenta que en la práctica no es así porque hay que depender del Gobierno central para la administración en las regiones”.
Breña insistió que no se trata de un proceso de descentralización. En 1989 se creó una ley que delegó competencias a las alcaldías y gobernaciones, que le correspondían al Ejecutivo nacional, eso permitió la conformación de un virreinato mal interpretando la descentralización. Explicó que lo que se quiere es que los gobiernos estén cada vez más cerca de la gente.“Que los de segundo y tercer nivel tengan sus propias competencias con rango constitucional, detalló.
Al candidato de la Unidad, Alejandro Feo La Cruz, a quien calificó de “pulpero”, le dijo que con mercaditos populares no se solucionan los problemas del estado. La crisis que tenemos es de fondo, vendiendo carne, verdura y huevos no se resuelve. Breña aseguró que las manifestaciones de calle ocurridas en la región desde abril por cuatro meses, tuvieron graves consecuencias económicas en Carabobo, a sus industrias y comercios, terminaron de destruir lo poco que quedaba.
