Un decreto que promete impunidad a civiles que se hayan opuesto al fallido golpe de Estado de 2016 ha desatado hoy polémica en Turquía, al interpretar la oposición que abre la puerta a la intervención armada de civiles o incluso la creación de milicias.
De ahí no sale una democracia sino un régimen fascista. Turquía se desliza directamente hacia ese punto. Intentan crear una sociedad militarista, denunció Bülent Tezcan, portavoz del socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), el mayor de la oposición.
El artículo 121 del decreto 696, publicado ayer, promete impunidad a las personas, actuaran o no en función de su cargo o deber oficial, que hayan intervenido para abortar la conspiración golpista del 15 de julio de 2016 y los actos terroristas, así como los actos que tuviesen calidad de continuación de estos.
Aunque dice que se refiere a los sucesos del 15 de julio, una milicia civil puede atacar cualquier protesta futura, y tendrá impunidad. Es un paso increíblemente peligroso contra la paz cívica del país, declaró a Efe Ilhan Cihaner, también diputado del CHP.
Sale un civil hoy y le pega un tiro a alguien. Luego dice que ese hombre estaba preparando un acto terrorista y no se le puede juzgar, dijo otro parlamentario de mismo partido, Haluk Peksen.
Peksen anunció que recurrirá el decreto tanto ante el Tribunal Constitucional turco como ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El Partido Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna Turquía desde 2002, reaccionó afirmando que el decreto solo se refería a las intervenciones en la noche del golpe.
Se refiere únicamente al golpe del 15 de julio de 2016, a esa noche y los actos en calidad de continuación en la mañana del 16 de julio. No abarca de ninguna manera a los actos terroristas que se hayan cometido después de esto, dijo el portavoz del AKP, Mahir Ünal, a la prensa.
Abdullah Gülel destacó, que el decreto 696 pienso que se ha emitido para proteger a los ciudadanos heroicos que salieron a la calle sin miramientos para resistir a los traidores golpistas, reviste una ambigüedad inadecuada en el lenguaje legal y es preocupante desde un punto de vista del Estado de derecho.Espero que se revise para no abrir la puerta a sucesos y asuntos que nos entristecerían a todos agregó el exmandatario, que sigue siendo una figura muy respetada en el país. EFE
