La Policía de San Diego lamenta la muerte de uno de sus hombres a manos de la delincuencia. Es otro de los muchos que caen al mes, producto de enfrentamientos y disputas.
El caso de Jesús Paredes de 27 años parece no ser distinto. Era temprano, debía ir a trabajar y dejar a su hermana por Flor Amarillo, ella también debía laborar. Viajaban en una moto acompañados de su sobrina de seis años, afirma la mujer que llora mientras recuesta su cabeza de un carro viejo, tiene los ojos enrojecidos de tanto llorar.
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Ella recuerda que en un momento se detuvieron porque el semáforos estaba en rojo. En ese momento dos sujetos se bajan de un autobús Encava que venia de la zona de Central Tacarigua. Los hombres cruzaron la vía. La mirada de los delincuentes y el funcionario chocaron y empezó la confrontación.
Paredes intentó defender a su sobrina. Ésta por el ajetreo se bajó de la moto y corrió, por la calle sin ver si algún carro podía atropellarla, su madre la siguió y escuchó como los antisociales decían "Es policía, es policía" lo siguiente que recuerda la hermana del asesinado es el sonido de cuatro disparos. Ella volteó a ver y se encontró con la imagen del joven cayendo al suelo, corrió unos metros más para atrapar a su hija y, otros disparos retumbaron en la zona, luego el hombre estaba muerto y los criminales desaparecieron, habían escapado.
El crimen ocurrio un poco después de la Iglesia San Isidro Labrador. Paredes llevaba cuatro años dentro del cuerpo policial. Los familiares sospechan que uno de los asesinos conocía al funcionario, puesto que inmediatamente reconocieron al joven antes de matarlo. La hermana presiente que el hecho guarda relación con un robo que el hombre vivió hace alrededor de un año.
En Diego Ibarra
El pasado jueves en el barrio La Guaricha de Diego Ibarra, en el sector Sucre un muchacho de 19 años murió tras ser impactado por las balas de un arma de fuego. Se llamaba Juan Carlos Angulo.