¿Por qué el ser humano emigra? Las razones pueden ser varias, pero fundamentalmente uno emigra porque en su país de origen se está viviendo una situación económica precaria, porque el poder adquisitivo del signo monetario local, debido a un elevado índice de inflación, insuficiente para satisfacer las necesidades mínimas para sobrevivir e impide  una economía de ahorro, base y fundamento para progresar; a veces uno emigra porque hay un exceso de densidad demográfica, porque no hay trabajo, porque hay una situación política completamente inestable, porque hay una total falta de seguridad, porque no hay libertad, porque no hay ni garantías  ni respeto por los derechos humanos, en fin, uno emigra porque hay una serie  de motivos que impiden, económicamente o políticamente, un futuro mejor!

El que nunca ha dejado su tierra por otros lares empujado por las circunstancias y necesidades de la vida, difícilmente podrá apreciar el justo valor de lo que deja y de los sacrificios que tiene que enfrentar! Y así, el ansia del regreso, compañera presente y fiel en el corazón del emigrante, se alternará siempre con la nostalgia por los lugares y los seres queridos que ha tenido que dejar, y con ese espíritu lleno de contradicciones enfrenta ese mundo nuevo y desconocido. Y luego, poco a poco en esa maravillosa fragua humana, obra cumbre de Dios que es la mente, se entrelazan los recuerdos imperecederos con la realidad del momento, llevando al emigrante a vivir en un mundo utópico hecho  de una mezcla anómala entre fantasía y realidad.

Pues bien, he querido hacer este breve preámbulo sobre el tema de la emigración para que tomen conciencia de uno de los dramas más graves que vive esta Venezuela revolucionaria por culpa de la incompetencia, la corrupción y la incapacidad de esa  gente que está  mandando desde hace veinte años.  En realidad Venezuela  nunca había vivido ese drama.

Probablemente es un tema  al cual no le hemos  dedicado la atención debida  o lo hemos subestimado, preocupados como estamos con los miles y gravísimos problemas que estamos confrontando diaramente, tales como la enorme falta de seguridad, la escasez casi total de todos los artículos de primera necesidad, la carencia de medicinas, de repuestos para vehículos, la falta de trabajo y la total incapacidad del gobierno, a pesar de los enormes recursos que tiene este país, para resolver esos problemas. Ahora bien, frente a esta tragedia que estamos viviendo y que desde hace casi veinte años se viene agravando día tras día, últimamente estamos viviendo el drama de la emigración! Se han ido del país más de cuatro millones de venezolanos y lo más grave es que son cuatro millones de ciudadanos profesionales que representan un capital inmenso, un recurso inestimable para Venezuela, un capital probablemente irrecuperable mucho más valioso que todo el petróleo del mundo!

Es un éxodo que se ha convertido en una auténtica tragedia cuyas inconmensurables consecuencias negativas las viviremos en un futuro muy cercano y que Venezuela, un país al cual el buen Dios le ha dado de todo, menos una clase política  honesta y capaz, se ha convertido en un país de emigrantes

Desde  Italia  – Paolo  Montanari. Tigri

 

 




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