Irán inició el enriquecimiento de uranio al 20 % y viola el acuerdo nuclear. (Foto Cortesía)

Irán recomenzó el lunes a enriquecer uranio al 20%. Este nuevo paso para desvincularse de sus obligaciones nucleares se explica por tramas políticas internas y la dura pulseada que mantiene con Washington.

– ¿Cómo se llegó hasta aquí?

En 2015, la República Islámica y el Grupo de los 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) acuerdan en Viena un Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), que resolvería la cuestión nuclear iraní, tras 12 años de tensiones.

Este acuerdo ofrece a Irán una flexibilización de las sanciones internacionales a cambio de limitar drásticamente su programa nuclear y garantizar que no desarrollará la bomba atómica.

En 2018, Donald Trump retira a Estados Unidos del JCPOA y restablece sus sanciones contra Teherán, que había levantado. Irán cae en recesión.

Al año siguiente, Teherán decide liberarse gradualmente de los compromisos contraídos en Viena para forzar (sin éxito por ahora) a los otros firmantes del acuerdo a ayudarle a eludir las sanciones estadounidenses.

Irán afirma que está dispuesto a volver a aplicar el acuerdo si es apoyado. Entre tanto, decide enriquecer uranio por encima del límite fijado en Viena (3,67%), aunque sin superar el 4,5%.

– ¿Por qué esta decisión ahora?

La decisión de pasar al 20% (el umbral para un arma nuclear es 90%) no es del gobierno reformista moderado de Hasán Rohani, principal artífice iraní del acuerdo, sino del Parlamento, controlado desde febrero por los conservadores.

Tras el asesinato de un físico nuclear en un ataque que Teherán atribuye a Israel, los diputados aprueban en diciembre una ley que exige volver inmediatamente al 20% de enriquecimiento (practicado antes del JCPOA), hasta 120 kg por año.

«El gobierno de Rohani demora en implementar la ley (…) pero no puede ignorarla totalmente», dijo a la AFP François Nicoullaud, exembajador francés en Irán, porque sobre todo es «una cuestión de política interior».

«Decide reanudar el enriquecimiento al 20%, pero sin prisa y bajo estricto control» del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), añade.

«Para los conservadores se trata de demostrar (…) que los asesinatos selectivos (…) no frenan, sino que aceleran al programa nuclear», según Clément Therme, especialista en Irán del Centro de Investigaciones Políticas (CERI) de París.

– ¿Cuáles serían las consecuencias diplomáticas?

El enriquecimiento al 20% se reanuda poco antes de que Joe Biden asuma la presidencia estadounidense, el 20 de enero.

Éste ha manifestado su intención de reintegrar a Estados Unidos al acuerdo de Viena, pero plantea condiciones inaceptables para Teherán.

Y como París y Berlín, quiere negociar más ampliamente con Irán la cuestión de sus misiles y su influencia regional, algo que Teherán no ve con buenos ojos.

Si bien Rohani multiplica las señales de apertura hacia la futura administración estadounidense, exige el levantamiento incondicional de las sanciones.

Para Teherán, «se trata de negociar frente al gobierno de Biden, París y Berlín, más allá de las cuestiones nucleares», señala Therme a la AFP.

Al reanudar el 20% de enriquecimiento, «la República Islámica espera que la obsesión nuclear occidental provoque el regreso a una estrategia negociadora, basada en un intercambio entre el levantamiento de las sanciones y las restricciones al programa nuclear iraní solucionando otras cuestiones», añade.

Pero este miércoles, Francia, Alemania y Reino Unido deploraron la decisión de Teherán que, según ellos, representa «un riesgo muy importante de proliferación» nuclear y «daña aún más» el acuerdo de 2015.

– ¿Rohani privilegia realmente a la diplomacia?

«Sí», afirma Nicoullaud, porque si Rohani logra el levantamiento de sanciones, «su corriente centrista y moderada recuperará peso (…) pero debe hacerlo rápido», añade, recordando la fecha de las próximas elecciones presidenciales iraníes, el 18 de junio.

Rohani «basó su estrategia internacional en la desescalada y buscar diálogo y distensión», recuerda Therme. Y el dirigente continúa ese camino, según el experto.

– ¿Irán se acerca peligrosamente a obtener la bomba, como afirma Israel?
«No», responde Nicoullaud: «Tendría que producir unos 250 kilos de uranio al 20% y luego llevarlo hasta el 90% para fabricar una primera bomba».

«La señal es simbólica, aunque fuerte», juzga. «El enriquecimiento al 20% finalizará al lograr un acuerdo» con Washington.

Para Therme, la estrategia iraní es «presionar para mantenerse en el marco de una negociación estrictamente nuclear».




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