Si no hay alimentos ni medicinas; si los malandros campean por todo el territorio; si las arcas del tesoro están vacías y endeudadas hasta el cuello; si 80% de la gente opina que los que mandan no sirven y hay que cambiarlos. Si se caen hasta los puentes ¿Porqué no se cae el régimen? ¿Cómo es posible que el peor gobierno de todos los tiempos se haya mantenido depredando al país por 18 años y no haya señales firmes –más allá de rumores y deseos- de que se le acabó el tiempo?

Las respuestas a las preguntas del párrafo anterior están en el párrafo anterior. El gobierno chavista no se cae, precisamente, porque no hay medicinas ni alimentos, porque los malandros son los reyes, porque se caen los puentes y porque el país es una ruina. Dicho de otra manera, el régimen se mantiene porque no hace otra cosa que mantenerse, porque tiene 100% de sus energías dedicadas a conservar el poder. Porque no se dedica a resolverle los problemas a la gente sino a asegurarse de que no lo saquen. Porque su norte es seguir mandando hasta el final de los tiempos, y hará lo que haya que hacer para cumplir con su objetivo único. Porque está enfocado como un láser a lo que le importa, le preocupa y para lo que vive. Si en el camino entrega unas casitas, regala unos cobres y funda unas misiones será como accesorio a su permanencia en el mando, no por vocación de servicio ni para cumplir lo que deben ser sus funciones.

Los frecuentes enroques de ministros y funcionarios que hace el gobierno son una prueba de que no hay ninguna intención de gobernar. Si el ministro de Alimentación pasa a ser vicepresidente y al vicepresidente lo nombran ministro de Educación y así hasta llenar la cadena, queda muy claro que cada quien va a cumplir la misma función en cualquier puesto: atornillar las tuercas del poder.

Lo escribió el intelectual libanés Fouad Ajami, a propósito de los dictadores del Medio Oriente: «Hombres terribles, aislados de sus súbditos, montaron regímenes de una sofisticación enorme cuando se trataba de mantener intactas sus tiranías». Le faltó decir que esos mismos dictadores gobernaban países subdesarrollados, con pocas perspectivas de salir del tercer mundo.

Lo peor que se puede hacer con el chavismo es darlo por inútil, flojo e incompetente, pues todo depende de la tarea que se mida. Mientras se le caen los puentes, tienen una precisión quirúrgica para saber dónde atacar a los opositores y causar el mayor daño con el mínimo de recursos.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.