El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, afirmó hoy que el proceso de diálogo con miras a resolver la crisis que enfrenta Venezuela no está funcionando y apoyó los llamamientos para que se restauren la democracia y libertades en el país.
"El problema es que si no se reconoce que existe un problema, la mente no está abierta a encontrar soluciones", dijo el mandatario hondureño en una entrevista con Efe en Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de Naciones Unidas.
"Nosotros hemos abogado para que haya elecciones y si el pueblo va a elecciones es el que va a decidir quién quiere que lo gobierne", como salida a la crisis, reiteró.
El Gobierno y la oposición han iniciado este mes un nuevo proceso de diálogo en la República Dominicana, que propuso la iniciativa, pero no han cesado las acusaciones mutuas, que pudieran truncar el éxito de esas conversaciones.
La próxima cita está prevista para el 27 de septiembre.
Hernández recordó que Honduras tuvo una crisis en 2009 (tras el golpe de estado contra el entonces presidente, Manuel Zelaya) y que la solución fue ir a elecciones.
El mandatario hondureño argumentó que hay que reconocer que en Venezuela hay violaciones a los derechos humanos, intolerancia a las ideas y a las propuestas de la oposición, y también se quiso exportar un modelo un poco forzado hacia otros países de la región.
"Creo que no hay que tener temor al debate de las ideas. La democracia en esencia es eso. Pero debe haber reglas. Mientras tanto, hay un pueblo venezolano enfrentado, sufriendo carencias que probablemente en su vida habían tenido", señaló Hernández, para agregar que debe prevalecer el respeto en el proceso de diálogo.
"Lo que no quisiera que pasara son acciones como las que le hicieron a Honduras, de un ahogamiento económico, porque sufren los más humildes", argumentó.
"Por las conversaciones que hemos tenido en estos días, se le está diciendo a algunos países afines a Venezuela que tienen que hacer su replanteamiento" al respecto, señaló el mandatario hondureño, que busca la reelección en los comicios del próximo noviembre.
Hernández se dirigió a la Asamblea General de la ONU este martes, y en ese foro defendió a los emigrantes y la permanencia del beneficio del Estatus de Protección Temporal (TPS), que ha protegido a miles de la deportación y les ha permitido trabajar legalmente.
El TPS, creado hace dos décadas, se concedió a 13 naciones, entre ellos a Honduras, Nicaragua y El Salvador, que afrontaban en ese momento desastres naturales, conflictos bélicos u otras circunstancias temporales que evitaban el regreso de sus nacionales, y está bajo amenaza de ser revocado por la administración Trump.