«Una gran desgracia el aumento anunciado por el Presidente Maduro, porque conllevará a la muerte de la familia». Fue lo primero que pronunció Marcela Maspero, presidenta de la Unión Nacional de Trabajadores, apenas 30 minutos después que el mandatario nacional anunciara el incremento del salario mínimo integral a dos millones 555 mil 500 bolívares.
Este incremento, para la líder sindical, contrasta con el discurso del mandatario en el 2007, cuando dijo ser un defensor de los trabajadores. Ahora es el sepultero con esta medida, cuando se requieren por lo menos 100 millones de bolívares para cubrir la canasta alimentaria, con una hiperinflación de 5 mil por ciento.
Tomando en cuenta el incremento de un millón de bolívares de salario mínimo y 1 millón 555 mil 500 de cesta ticket, a partir de este martes primero de mayo, apenas si alcanza para un paquete de arroz, sentenció Marcela Maspero.
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Que el aumento de la cesta ticket sea ahora siempre mayor al salario es una estrategia del gobierno para no pagárselas a los jubilados y pensionados, como se había prometido, recordó Marcela Maspero. También afecta a los trabajadores, porque tampoco se computan para las vacaciones ni utilidades.
Es lo que los analistas denominan «bonificación del salario». ¿Y cuáles serían las salidas?. Para la representante de Unete el cambio de régimen es fundamental. Porque si no hay cambio de gobierno, no habrá nuevas políticas de reactivación económica.
Todo obedece a un fraude de origen que pasa por una ilegal Asamblea Nacional Constituyente, por el show del 20 de mayo, mientras paralelamente cómplices de este gobierno proponen la dolarización del salario, que tampoco tiene sentido, haciendo alusión la líder sindical a la vocería de un académico de Harvard que asesora un candidato presidencial. «De dónde van a sacar ese dinero», se pregunta Máspero.
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Lo triste y desgarrador de estos anuncios es también la estabilidad del trabajo y de las empresas, cuando ya en el país se contabiliza la pérdida de tres millones 700 mil empleos, y en Carabobo unos 50 mil.
De acuerdo con las proyecciones, estarían en riesgo de cerrar unas 18 mil empresas al cierre de 2018, lo que equivale a unas mil 500 al mes.
¿Y qué se celebra el primero de mayo?
El Día del Trabajo, también conocido como Día Internacional de los Trabajadores, se celebra el 1 de mayo en casi todo el mundo. Aunque, paradójicamente, en Estados Unidos, donde se originó, su festejo equivalente, el Labor Day, es celebrado el primer lunes de septiembre.
El Primero de Mayo, como también se lo denomina, es considerado un día para exigir reivindicaciones laborales o realizar mejoras a las condiciones de los trabajadores.
Fue declarado como fecha conmemorativa en el Congreso Obrero de la Segunda Internacional Socialista, celebrado en París en 1889, en reconocimiento a los mártires de Chicago.
Historia de la efemérides
Los mártires de Chicago fueron unos obreros líderes sindicalistas de tendencia anarquista que movilizaron a los trabajadores para exigir la reducción de la jornada laboral a ocho horas.
En Estados Unidos, en aquellos años, las jornadas de trabajo se extendían a 18 horas continuas, mientras la empresa o patrón eran multados apenas cuando se pasaban de ese límite sin causa justificada.
Los trabajadores, sin embargo, consideraban que era injusto y pedían la reducción a una jornada de ocho horas, en la que el empleado pudiera utilizar el resto de su tiempo en descanso (ocho horas) y en familia, quehaceres y ocio (ocho horas).
Así, pues, en el año 1886, los trabajadores amenazaron con iniciar una huelga si los patronos no accedían a la petición. La huelga inició el día 1 de mayo.
En Chicago, una de las ciudades con mayor masa laboral del país y donde las condiciones de trabajo eran precarias, la huelga se prolongó durante varios días. Hubo enfrentamientos entre policía y manifestantes, varios muertos y decenas de heridos.
En la plaza Haymarket de Chicago, el día 4 de mayo, la tensión alcanzó un punto álgido. Un artefacto explosivo estalló, hubo decenas de detenciones y heridos. Entre los detenidos, ocho fueron hallados culpables, y de ellos, cinco llevados a prisión y tres condenados a pena de muerte.
A ellos se los bautizó como los mártires de Chicago, por su sacrificio en la lucha por las reivindicaciones laborales del movimiento obrero.
Finalmente, se logró que los sectores patronales accedieran a implementar la jornada laboral de ocho horas, que se mantiene hasta hoy en buena parte del mundo occidental.
