El partido Primero Justicia (PJ), del expresidente del Parlamento Julio Borges y del dos veces candidato a la Presidencia Henrique Capriles, denunció hoy que las bajas en la extracción de gas han generado fallas en el suministro doméstico lo que ha obligado a muchos venezolanos a cocinar con leña.
El dirigente de PJ y diputado del Parlamento, de mayoría opositora, Jorge Millán dijo en rueda de prensa que "no es posible que Venezuela, siendo uno de los países con mayores reservas de petróleo y de gas en el mundo, los venezolanos tengan que cocinar con leña".
Acusó al Gobierno de Nicolás Maduro de causar un "desastre" en la industria petrolera y gasífera lo que "ha llevado a Venezuela a la prehistoria".
Millán aseveró que en todos los niveles del proceso del gas doméstico hay crisis, "desde su extracción, hasta su comercialización y entrega a los ciudadanos" y esto se debe -señaló- a que la cifra de producción petrolera sigue en caída.
El parlamentario informó que las refinerías en el país están trabajando al 30 % de su capacidad.
"Esto impide que el gas sea procesado para que llegue a los hogares. Hoy, de 75 kilobaudios, que es la cifra aproximada de los requerimientos de gas en el país, apenas se generan 40 kilobaudios, hay un déficit del 50 % de este recurso", dijo.
A fines de octubre pasado cientos de venezolanos de al menos tres estados del oeste de Venezuela protestaron por las recurrentes fallas en el suministro de gas doméstico que afecta a estas regiones.
En el estado de Táchira (oeste), una entidad fronteriza con Colombia, los manifestantes obstaculizaron calles usando las bombonas vacías que, aseguraron, tienen casi nueve meses sin poder recargar, e hicieron vivos llamados a una mejor prestación del servicio.
Las protestas por el deficiente suministro de gas también se registraron en los estados de Trujillo y Lara (oeste), dos regiones en las que de igual forma se sienten los otros efectos de la crisis venezolana.
En la ciudad de Barquisimeto, capital de Lara, los manifestantes bloquearon tres calles y denunciaron que algunas zonas registran la escasez desde hace meses.
La prestación de este servicio está en manos de filiales de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), empresa que ha confrontado severos problemas operacionales y es actualmente sometida a investigaciones por varios casos de corrupción.
Según los usuarios, el precio de una bombona mediana fluctúa entre los 5 y los 10 bolívares, un monto que en el peor de los casos no representa 20 centavos de dólar, según la tasa de cambio oficial.