El Servicio Secreto, encargado de la seguridad del presidente de EE.UU., protegió en el búnker subterráneo de la Casa Blanca a Donald Trump el pasado viernes debido a las protestas que tenían lugar afuera, informaron hoy medios locales.
El New York Times indicó que al presidente se le llevó al búnker en la noche del viernes mientras los manifestantes forcejeaban con los agentes del Servicio Secreto para retirar las barreras metálicas instaladas frente a la verja que rodea la residencia presidencial.
Según CNN, Trump estuvo en el búnker cerca de una hora antes de regresar al sector de la Casa Blanca que le sirve de residencia, mientras en el exterior los manifestantes tiraban piedras y mantenían escaramuzas con los agentes.
Ninguno de los dos medios aclaró si la primera dama, Melania Trump, y su hijo Barron también ingresaron al búnker.
Críticas y contracríticas con la alcaldesa Bowser
El presidente criticó a la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, en un tweet el domingo por la mañana después de la protesta, acusándola de no permitir que la policía de DC ayudara a los agentes del Servicio Secreto.
Trump también deploró que Bowser no permitiera que la policía de DC se involucrara en el control de las protestas, a lo cual contestó la alcaldesa: «Mientras él se esconde detrás de su cerca con miedo/solo, yo estoy con las personas que ejercen pacíficamente su Primera Enmienda (el derecho a la libertad de expresión), justo después del asesinato de #GeorgeFloyd y cientos de años de racismo institucional».
Se da la circunstancia de que después de esos incidentes, Trump alabó en su cuenta de Twitter el «gran trabajo, totalmente profesional” del Servicio Secreto durante la noche anterior, frente a los revoltosos.
«Estaba adentro (de la Casa Blanca), observaba cada movimiento y no podría haberme sentido más seguro», agregó. EFE