Con pancartas y en silencio, los trabajadores de la salud de Carabobo marcharon este sábado desde el Colegio de Médicos hasta la Redoma de Guaparo, en Valencia, para exigir la liberación del Dr. Alexis Riera, detenido el pasado 10 de septiembre por la presunta venta ilícita de medicamentos.
La lluvia no impidió a los representantes de distintas asociaciones gremiales atender al llamado de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, capítulo Carabobo: una manifestación pacífica en rechazo al amedrentamiento de las autoridades contra el personal de la salud.
“Médico pobre, pero no pobre médico”, era el mensaje escrito en el cartel que sostenía el Dr. Jorge Pérez, directivo de la ONG. Estaba convencido de que el silencio puede ser el grito más fuerte mientras se sostenga en las manos una frase contundente. “Decidimos protestar durante una hora con mensajes en solidaridad al gremio, sin consignas y sin trancar las calles”.
Vigilados por PC
Patrullas de la Policía de Carabobo se acercaron para vigilar de cerca a los manifestantes. Algunos funcionarios fotografiaron a las personas de batas blancas que tuvieron el cuidado de mantener distancia preventiva ante la pandemia.
Algunos miembros de la sociedad civil que se habían sumado a la protesta se sintieron intimidados por la presencia policial, pero la tensión disminuyó cuando los oficiales se limitaron a observar la concentración que transcurrió sin violencia.
47 días detenido
Una pancarta gigante exigieron la libertad del Dr. Riera fue el foco de atención de los transeúntes. Ninguno de los protestantes consiente que el respetado director de la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera cumpliera 47 días de detenido.
La directora de la organización de médicos en Carabobo, Leyla Ortiz, indicó que el gremio seguirá defendiendo al cirujano y también profesor universitario por haber demostrado dentro del hospital, y en otros ámbitos sociales, ser una persona digna, responsable y honesta. “No tenemos por qué poner en duda ninguna de esas cualidades. Si quieren investigar, investiguen. El debido proceso es lo que exigimos”.
El diputado a la Asamblea Nacional por Carabobo, Ángel Álvarez Gil, consideró que la privación de libertad del Dr. Alexis Riera es una aberración jurídica y espiritual contra una persona honorable. “Lamentablemente está sufriendo las embestidas del régimen que, bajo ningún concepto, respeta los Derechos Humanos. Hoy un médico decente está tras las rejas, mientras que muchos delincuentes están en las calles”.
Silencio por luto
Ni los cornetazos de apoyo de los conductores de paso lograron romper el mutismo. Para Ortiz la protesta silente no sólo era por el Dr. Riera, sino por todas las víctimas de Covid-19 que pudieron evitarse si en los centros hospitalarios de Carabobo hubiesen insumos necesarios. “Por eso tenemos esta cinta negra en el brazo, porque hemos tenido muchas muertes, hay colegas fallecidos. La hora de silencio es también una hora de luto”.
La directora regional de Médicos Unidos de Venezuela destacó la importancia de que todos los sectores de la sociedad se sumen a las protestas, bien sean pacientes de coronavirus u otras patologías. “El llamado es también para la sociedad civil, porque emergencia sanitaria nos afecta a todos. Estamos exigiendo el derecho a la salud, a la vida y a la justicia”.
Médicos se mantendrán en protesta
En los últimos siete días se registraron al menos tres protestas del sector de la salud en la entidad. El presidente del Colegio de Enfermería del Estado Carabobo, Julio García, consideró que es el momento continuar con las manifestaciones en contra del abuso de autoridad del régimen de Nicolás Maduro. “Debemos ser constantes para obtener resultados, darle un parado a tanto amedrentamiento contra los agremiados. Es hostigamiento, acoso, prisión y reprensión. Esto lo tiene que saber el mundo”.
Álvarez Gil aseguró que la AN seguirá respaldando las acciones de calle pacíficas de los venezolanos por el reclamo de sus derechos y reiteró su compromiso con los médicos de la región. “Son héroes que sin ningún tipo de herramientas siguen dando la cara por nosotros, arriesgando sus vidas. Resulta imperdonable ser indiferentes”.
