La ‘Orejona’ tendrá nuevo dueño este domingo (3:00 pm, hora de Venezuela). El París Saint-Germain y el Bayern Múnich lucharán en una final atípica en la que, sin sus aficiones, el silencio y la expectación televisiva serán testigos de uno de los partidos más importantes del año.
En el Estadio da Luz, en Lisboa, franceses y alemanes se verán las caras para definir quién será el nuevo rey de Europa. Ambos equipos tienen sus armas en un duelo que promete, sobre todo, por el poder ofensivo de los finalistas.
Los alemanes, con un hombre que puede hacer historia
De un lado llega un Bayern con la moral por las nubes tras golear al Barcelona y al Lyon en cuartos y semis, respectivamente. La ofensiva alemana será el principal argumento de un equipo que quiere volver a levantar la Champions, la que sería la sexta de su historia.
Tienen en Robert Lewandowski al hombre que puede desequilibrar el partido y, si tiene su día, hacer historia. El delantero polaco posee en su cuenta particular 15 goles en la actual edición del torneo y está a sólo dos del récord de Cristiano Ronaldo (17 en la 2013-2014).
Al ‘9’ le acompañarán una gran cantidad de jugadores ofensivos que aportan variantes al entrenador, Hans-Dieter Flick. Muller, que se ha reinventado está temporada jugando detrás del punta y mostrando su faceta más asistidora, será otra gran amenaza para Thiago Silva, Marquinhos y compañía.
En los extremos, Gnabry y Perisic aportan la velocidad y el desborde. El alemán viene de hacer un partidazo ante el Lyon, marcando dos de los tres goles de su equipo. Mientras que el croata y su buen juego con ambas piernas pueden meter en apuros a cualquier defensor.
Los muniqueses llegan al partido definitorio como el equipo más goleador de la competición. Más de cuatro tantos por encuentro promedian los bávaros, que han goleado a equipos de la talla del Barcelona (2-8), Chelsea (4-1, 0-3) o el Tottenham (2-7).
El PSG, con una defensa liderada por Thiago Silva, intentará contener el vendaval ofensivo de los germanos. Para esa tarea será fundamental Marquinhos, que se espera que juegue en la medular, escoltando a la línea defensiva de su equipo.
Di María, Mbappé y Neymar, el tridente de moda
Del otro lado de la balanza se encuentra un PSG que, al igual que su rival, muestra en la zona de ataque sus mayores argumentos para ganar el encuentro y conseguir su primera ‘Orejona’. El veloz tridente formado por Di María, Mbappé y Neymar (DMN) puede ser una de las claves para desbloquear la defensa bávara.
La línea defensiva del Bayern, en la que Boateng y Alaba son pareja de centrales, sufre cuando tiene que retroceder. El Lyon lo demostró en los primeros minutos de las semifinales, en los que tuvieron hasta tres ocasiones claras de gol en los primeros 20′. La mayoría de ellas, creadas gracias a la velocidad de sus delanteros.
Y es, precisamente eso, lo que le sobra al equipo parisino. Los constantes cambios de posiciones de la DMN y los desmarques a la espalda de la línea defensiva de los bávaros, pueden ser un quebradero de cabeza para los de Flick. Sin embargo, el entrenador alemán aseguró, en la rueda de prensa previa al partido, que seguirán presionando alto y no cambiarán «muchas cosas».
Por lo tanto, el juego de Neymar por dentro, con su dinamismo y regate, junto a la capacidad asistidora de Di María y la velocidad de Mbappé, puede ser el factor por el que la balanza podría inclinarse al lado parisino.
De cualquier manera, en partidos de este tipo, los detalles son los que marcan la diferencia. Y en este duelo, los atacantes son los llamados a marcar esas diferencias. Este domingo, Europa tendrá nuevo rey.
