Un promedio de 30 bajones eléctricos a la semana registra el municipio Puerto Cabello, donde el pasado domingo esa localidad carabobeña estuvo 10 horas sin luz.
La diputada Deyalitza Aray denunció que todo el mundo está temeroso ante esta situación, porque se corre el riesgo de que se dañen los aparatos electrodomésticos, por los cuales Corpoelec no va a responder.
En conversaciones con el periodista Ricardo Graffe, en la emisora Unión Radio, la parlamentaria lamentó que esto esté ocurriendo en Puerto Cabello, que es una ciudad que prácticamente está paralizada por la pandemia de COVID-19.
Refirió que la mayoría de los ciudadanos se mantiene en sus hogares encerrados sin poder producir, y ahora el servicio eléctrico se ha ensañado contra ellos, por lo que no pueden realizar ni siquiera las actividades mínimas.
Aray comentó que el municipio ha dejado de recibir la electricidad adecuada porque Planta Centro sufre de abandono y falta de inversión. Al caerse hace dos años la torre que surtía de electricidad al municipio, y que nunca la repusieron, el municipio se quedó dependiendo de la línea 115.
La electricidad le llega al municipio desde Bárbula, a través de esta línea, que ahora supuestamente hicieron un procedimiento para conectarla a Planta Centro, para que no hubiese apagones, pero no ha funcionado.
“Todo eso se quedó en provisional. Tal vez siguen solicitando recursos para hacer algunas operaciones, que ya vemos que no funcionan y mientras tanto seguimos sometidos a esta locura de estar viviendo en estas condiciones”.
Añadió que por estas razones es que la gente sale a la calle a protestar.
“Ojalá que con la misma fuerza que amenazan, las autoridades locales y regionales, la utilizaran para levantar la voz y pedir que se soluciones estos problemas que cada día hacen invivible la situación en Venezuela”.
