Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
El trabajo era intenso en Puerto Cabello. Los contenedores cargados de mercancía navideña no paraban de llegar desde mediados de octubre. Esta vez es diferente. No se ha importado nada referente a la época y los anaqueles lucen vacíos.
El riesgo de desabastecimiento en estas fechas está latente. Carlos Luis González Wolf, presidente de Fedecámaras Carabobo, alertó que de es posible que se repita la historia del año pasado. «Fue en enero cuando se recibieron algunos arbolitos de Navidad y eso fue absurdo».
Fue detallista: «Para mediados de noviembre ya deberíamos tener las exhibiciones llenas de juguetes nuevos y los anaqueles full de alcaparras, aceitunas y pasas, y no es así».
120 días se requieren como mínimo desde el momento que se hace el pedido a proveedores internacionales para que llegue a puertos venezolanos, lo que significa que sé hacer la solicitud en este momento, los contenedores arribarían al país pasadas las festividades.
Todo lo que hay en exhibición de las jugueterías corresponde a compras hechas en años anteriores. «Esta vez se me hizo imposible importar algo a los precios de locura del dólar», relató Juan Cortez, comerciante del centro de Valencia.
Tampoco hay variedad de ropa y zapatos. «No tenemos capacidad de renovar inventarios porque el consumo está por el suelo», expresó la propietaria de una tienda que prefirió no decir su nombre.
El presidente de Fedecámaras en la entidad recordó que desde hace seis meses el sector privado no tiene oportunidad de acceder a divisas a tasa preferencial. «Las pocas importaciones que se hacen es al precio libre porque no se puede trabajar a perdida».
De los 10 mil millones de dólares que importaba la empresa privada al año, en 2017 no se llegó ni a dos mil millones. «El mayor importador es el Gobierno y solo trae entre tres y cinco buques semanales, que entran a Puerto Cabello, con trigo panadero, maíz amarillo y blanco. Solo eso».
