El presidente ruso, Vladimir Putin, conmemora el primer monumento nacional del país "El Muro del Dolor" en el centro de Moscú. (AFP)
Vladimir Putin inauguró este lunes en Moscú un memorial en homenaje a las víctimas de la represión política, asegurando querer de esta manera «dejar atrás» las divisiones del pasado, a pesar de las acusaciones de «hipocresía» lanzadas en su contra por expresos políticos soviéticos.
Primer monumento nacional de este género en Rusia, este «Muro del dolor» es un alto relieve en bronce compuesto por centenares de siluetas humanas, que fue erigido en la avenida Sajarov, bautizada así en homenaje al difunto disidente soviético y premio Nobel de la Paz, Andréi Sajarov.
Apoyada por la principal oenegé de derechos humanos rusa, Memorial, y por la Fundación Solzhenitsyn, la inauguración tuvo lugar el día oficial de homenaje a las víctimas de la represión política, conmemoración instaurada en 1991.
«La inauguración de este monumento es particularmente importante en momentos en que se recuerda el 100º aniversario de la Revolución» de 1917, declaró el presidente Putin este lunes, durante una reunión del consejo consultivo de derechos humanos del Kremlin.
Sin embargo, una cuarentena de expresos políticos calificaron de «hipocresía» la inauguración de este monumento, en tanto que la «represión política» se multiplica, según ellos, contra la sociedad civil y los opositores en Rusia.



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