Ultimamente se ha puesto de moda, entre las personas allegadas a este desdichado régimen “castro-comunista” la costumbre de autodefinirse “revolucionario”. Sin pretender poner en tela de juicio su buena fé, tengo el vago presentimiento de que la mayoría de las personas que se profesan tales, no han percibido el verdadero significado de esa famosa y siempre actual palabrita.
Yo creo que autoproclamarse “revolucionario” suena a una forma de contemporización , a lo mejor por razones ocultas que ni quiero ni me interesa averiguar. Lo único que quisiera pedir a esas personas es que, si de verdad se sienten auténticos revolucionarios, traten de testimoniarlo, pero no diciéndolo sino con su comportamiento cotidiano.
Porque en realidad yo creo que toda persona que quiere a su país tiene algo de revolucionario adentro, pero no de ese “revolucionario castrista” que tanto admira nuestro presidente y que quiere imponer en nuestro país, con las buenas o con las malas, sino de una revolución autenticamente democrática, hecha en el pleno respeto de los derechos humanos y de la libertad de cada quien para lograr una serie de conquistas sociales que en este país no existen!.
Me refiero a una asistencia médica eficiente, tanto preventiva como terapéutica como la hay en todos los países europeos, me refiero a un sistema protectivo y decente para los ancianos, me refiero a una justicia mas “justa” y no de parte, como la hay ahora, me refiero a la posibilidad de poder circular libremente por la calle a cualquier hora del día sin el temor de que nos vayan a asaltar, me refiero a esas garantías de trabajo fundamentales sin el miedo de que un gobierno sectario nos pueda despedir porque no compartimos su ideología, me refiero a la posibilidad de poder educar a nuestros hijos como consideramos mejor y no como lo impone la ideología extremista del régimen.
Esta es la verdadera revolución que necesita nuestra Venezuela, sin necesidad de imitar a esos dramáticos y funestos movimientos caribeños donde, a través del odio y de la violencia, de la privación de la libertad y de la muerte, desde hace más de medio siglo se están vulgarmente pisoteando los más elementales derechos del hombre. Hasta cuando con esa verguenza! Vamos a quitarnos de la cabeza la idea de que Maduro es invencible y no tengan miedo! Es importante promover alternativas democráticas que generan trabajo y generan cconfianza. No tengan miedo! Está en juego el futuro de Venezuela…y no es poco!!!
Desde Italia – Paolo Montanari Tigri