Este sábado (3:00 pm en Venezuela) se verán las caras Real Madrid y Barcelona. Llegan al Clásico dos equipos en un muy buen momento y con un objetivo claro: arrebatarle LaLiga al Atlético.
El cuadro colchonero se encuentra en lo más alto de la tabla con 66 puntos, a uno de los culés y a tres de los merengues. Por esta razón, el que salga ganador en este trascendental duelo mantiene intactas sus opciones de levantar el título. El perdedor aún tendrá chances, pero depender de dos rivales para ganar el título, a estas alturas del campeonato, se convierte en un sueño casi imposible.
El partido más importante del fútbol español no será esta vez ni en el Santiago Bernabéu ni en el Camp Nou. Será el estadio Alfredo di Stéfano, en Valdebebas, el escenario. En este recinto, el Madrid lleva un año jugando como local, aprovechando la ausencia del público para adelantar la remodelación del Bernabéu. De esta manera, el estadio del filial blanco se convertirá en la quinta sede de la historia del Clásico.
El Madrid, lanzado tras su victoria en Champions
Por un lado llegan Zidane y sus pupilos con la moral por las nubes tras la victoria del pasado martes ante el Liverpool (3-1). Y no solo ganaron a un equipo que hace tres años fue campeón de Europa, sino que lo hicieron con buen juego y goles. Comandados por su inamovible tridente Modric-Casemiro-Kroos, dominaron a los Reds y esperan hacer lo mismo ante el Barcelona.
Al siempre rendidor centro del campo blanco, se suma el buen momento de sus atacantes. Vinícius Jr. firmó uno de los mejores partidos de su corta carrera ante el Liverpool con dos goles; Asensio lleva cuatro tantos en los últimos cuatro encuentros y Benzema fue el mejor jugador de LaLiga en marzo. Un tridente con que el que Zidane buscará meter en problemas a la zaga azulgrana.
La defensa, eso sí, no será la de gala. Sergio Ramos se encuentra lesionado y Varane dio positivo por COVID-19 el pasado martes. Por lo tanto, serán Éder Militao y Nacho Fernández los encargados de parar a Messi y compañía.
Queda por ver qué sistema elige Zidane. Ante el Liverpool le vino perfecto el 4-3-3, pero no sorprendería que apostara por el 5-3-2, sistema que ha utilizado en varios tramos de la campaña, para dar descanso a algunos futbolistas pensando en la vuelta de los cuartos de final de la Champions.
El Barcelona, en su mejor momento
Al igual que los blancos, los dirigidos por Ronald Koeman llegan en su mejor momento de la temporada. Tras estar 12 puntos por debajo del Atlético en diciembre, todo hacía indicar que los culés se descolgaban de la pelea por LaLiga. Pero nada más lejos de la realidad. De los últimos 57 puntos en juego, se han llevado 51 y ya están a solo uno de los colchoneros.
Como no es sorpresa para nadie, Lionel Messi es la principal amenaza de la ofensiva culé. El argentino es el máximo goleador del curso liguero con 23 tantos. En los últimos cinco encuentros ha marcado cuatro goles y ha repartido cinco asistencias. Números habituales para un futbolista que si, está bien, suele marcar las diferencias en este tipo de encuentros. Junto a él estará, probablemente, Ousmane Dembélé, que a pesar de tener una temporada irregular, sus regates y velocidad son importantes para la ofensiva catalana.
Se espera que Koeman apueste por la defensa de tres centrales que ha venido implementando en los últimos partidos. La gran duda está en si Gerard Piqué, que completó par de entrenamientos esta semana tras superar su lesión, será de la partida. En caso de no serlo, De Jong ocuparía su lugar en la zaga y Griezmann optaría a un puesto en el 11 titular.
Onces probables
Real Madrid: Courtois; Lucas Vásquez, Éder Militao, Nacho Fernández, Ferland Mendy; Casemiro, Luka Modric, Toni Kroos; Marco Asensio, Vinícius Jr. y Karim Benzema.
Barcelona: Ter Stegen; Mingueza, Gerard Piqué, Clément Lenglet; Sergiño Dest, Sergio Busquets, De Jong, Pedri, Jordi Alba; Ousmane Dembélé y Lionel Messi.
