Antes de ser la prometida del príncipe Harry y de que todo cuanto hace, dice y lleva sea analizado (y copiado) al milímetro, Meghan Markle era la actriz protagonista de la exitosa serieSuits. Y también una reconocida yogui. En el blog que editó durante tres años, The Tig, la canadiense incluso llegó a contar que estaba enamorada del yoga. “Todos nos enamoramos un poco todos los días. Ya sea con tu pareja, o incluso con una persona de paso que enérgicamente impacta en tu corazón. (…)  Tal fue el caso cuando tuve mi primera clase de yoga con Duncan Parviainen. Llámalo un flechazo del yoga al más alto nivel de om, si quieres. Y quizás me impactó tanto, por encima de otros momentos de amor platónico, porque conocer a Duncan me hizo enamorarme no solo de él, sino también de mi práctica de yoga”, escribía Meghan Markle en una entrada en la que después invitaba a su instructor, Duncan Parviainen, a compartir “algunos consejos que rejuvenecen mente, cuerpo y espíritu“. La respuesta de Duncan no podía ser otra que una secuencia de yoga.

 

  1. Guerrero II: “Haz 5 respiraciones profundas en cada lateral y centra tu mirada en un punto en la dirección del dedo corazón”, recomienda sobre la postura de la imagen superior, una asana que tonifica especialmente las piernas.
  2. Perro boca abajo: Otra postura sencilla y clásica que sirve para estirar el cuerpo, pero también para mejorar la circulación en el rostro. “Haz 10 respiraciones profundas y firmes. Intenta mantener los ojos abiertos y concéntralos en un punto justo entre tus pies; te ayudará a concentrarte”, aconseja Duncan.
  3. Puente: Tumbada en la esterilla sobre la espalda, dobla las piernas y coloca los talones bajo las rodillas, firmemente apoyados en el suelo. Ahora, levanta la cadera y aguanta en esa posición durante 10 respiraciones, según recomienda el instructor de Meghan. “Mantén el ancho de la cadera de las rodillas y los pies paralelos. Esta es una gran asana para revetir los efectos de una mala postura”, explica.
  4. Enhebrar la aguja: Una asana más complicada, pero muy recomendable para estirar las cervicales y la cadera, “crucial si pasas la mayor parte del día sentado”, opina Duncan Parviainen. Comienza colocada en cuadrupedia, lleva el brazo derecho por debajo del hombro izquierdo y baja la cabeza, hasta apoyar el hombro derecho en el suelo. Mantén esa postura durante 6 respiraciones profundas y cambia al lado contrario.
  5. Torsión de columna supina: Tumbada sobre la espalda, dobla las piernas a 90 grados y gíralas hacia un lateral, hasta apoyar las piernas en el suelo. Mantén la postura durante 10 respiraciones y repítela hacia el lado contario. “Muchos de nosotros tenemos mucha tensión en la espalda, así que esta postura es deliciosa para la columna vertebral”, escribe el instructor.
  6. Savasana: O postura del muerto, la pose de relajación por excelencia. Túmbate sobre la espalda, apoyando bien toda la columna, y estira los brazo al lado del cuerpo, con las palmas de la mano hacia arriba. “Quédate el tiempo que quieras”, aconseja el instructor de Meghan Markle sobre esta asana con la que a menudo terminan las prácticas de yoga.



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