El relator de la ONU para los Derechos de los Pueblos Indígenas, el guatemalteco José Francisco Cali Tzay, celebró hoy la reciente decisión del Vaticano de renegar de la llamada "Doctrina del Descubrimiento", un decreto de la Iglesia que durante siglos amparó la colonización de América y África.
La doctrina, utilizada para justificar la expropiación de tierras indígenas por las potencias coloniales, es todavía una herida abierta para muchos pueblos del mundo, subrayó el relator en un comunicado.
"La Santa Sede ha dado un importante paso hacia la reconciliación con los pueblos indígenas, rechazando todos los conceptos que no reconocían sus derechos humanos", subrayó Cali Tzay, quien añadió que con ello el papa Francisco ha hecho una llamada para abandonar la mentalidad colonial y promover el diálogo y el respeto mutuo.
Una doctrina con impacto negativo en los DD.HH.
La doctrina, señaló en el comunicado, sigue causando un negativo impacto en los derechos humanos de los indígenas en algunos países, dando base legal a la privación de su propiedad de tierras tradicionales.
“Esta es una de las raíces del trauma intergeneracional que sufren muchos de estos pueblos, que actualmente se manifiesta en altas tasas de suicido entre los jóvenes indígenas, la violencia desproporcionada contra mujeres y niñas, la discriminación racial o los relativamente altos índices de criminalidad entre el colectivo", añadió la nota.
Países unidos en contra del decreto
Cali Tzay exhortó a otros países a seguir el ejemplo del Vaticano y repudiar formalmente el decreto, revisando toda la jurisprudencia construida en torno a él.
La Doctrina del Descubrimiento, acompañada de varias bulas papales, estableció desde finales del siglo XV las bases para la conquista en nombre de Dios de América y África por parte de potencias como la española o la portuguesa, entre otras.