Las empresas venezolanas que tienen efectivo en dólares para protegerse de la hiperinflación han comenzado a pagar hasta un 7%, para que esos fondos se transfieran a cuentas bancarias en el extranjero, según expertos en finanzas.
Los bancos del país desde 2020 han permitido a las empresas almacenar dólares en bóvedas, ofreciendo refugio de la inflación del 3,100% que asola la moneda bolívar. Las cuentas no pagan intereses, destaca la agencia Reuters.
Este año, bancos e intermediarios financieros comenzaron a ofrecer un servicio que convierte efectivo en depósitos en cuentas bancarias extranjeras, con comisiones de cambio que oscilan entre el 4% y el 7% del monto que se transfiere, dijeron las fuentes.
Es otra señal del avance continuo de una dolarización improvisada luego de más de 15 años de controles económicos socialistas, un cambio impulsado por las sanciones de Estados Unidos que han aislado en gran medida a Venezuela del sistema financiero global.
Las sanciones prohíben hacer negocios con el gobierno y empresas estatales, pero no bloquean las transacciones con empresas privadas venezolanas.
El servicio permite a las empresas de los sectores minorista, tecnológico y farmacéutico pagar a acreedores y proveedores en el exterior, según las fuentes, que solicitaron no ser identificadas.
Las fuentes declinaron identificar los bancos y empresas que realizan las operaciones o las instituciones extranjeras donde se realizan los depósitos, señalando que los bancos internacionales ya mantienen fuertes restricciones al flujo de fondos venezolanos.
El Ministerio de Información, el banco central y el regulador bancario Sudeban no respondieron a las solicitudes de comentarios.
El servicio inusual ha surgido después de que las sanciones de Estados Unidos se dirigieran específicamente al Banco Central de Venezuela, y muchos bancos extranjeros han detenido los servicios de «banca corresponsal» que generalmente se requieren para mover fondos a través de las fronteras.